Según la alcaldía, desde la implementación de las normas más estrictas de realojamiento de inmigrantes en mayo, se han evaluado más de 2.600 casos en el Centro de remisión de pasajes para inmigrantes y solicitantes de asilo, con más de 850 aprobaciones y más de 1.780 negaciones.

Este artículo se publicó originalmente en inglés el 23 de agosto. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.

Emilio comía una manzana frente al Centro de remisión de pasajes para inmigrantes y solicitantes de asilo (Reticketing Center) de la ciudad, en la antigua escuela St. Brigid’s School del East Village, donde los inmigrantes pueden conseguir un pasaje para salir de la ciudad o volver a aplicar por una prórroga en un refugio.

Emilio, quien pidió que no se utilizara su nombre completo, estaba esperando cerca de Tompkins Square Park a su amigo, que como él venía de Ecuador. Los dos visitaban el Centro para solicitar más tiempo en el sistema de refugios. Emilio llegó a la ciudad en abril y se alojaba en un albergue de Midtown.

“Me dieron 60 días”, dijo Emilio, de 39 años, señalando que recientemente había solicitado asilo al gobierno federal. Le asignaron dos meses más en el refugio para adultos en Randall’s Island. 

Un par de horas después de llegar, su amigo, Marcelo Canchingre, salió del antiguo colegio St. Brigid’s con una tira de papel blanco con la dirección de un albergue de Long Island City. Canchingre llegó a la ciudad en noviembre, trabaja en un restaurante de Manhattan, y había estado durmiendo en un albergue de Flatbush hasta que se le acabó el tiempo.

“No está mal. Estás a pocas paradas de Manhattan”, comentó Emilio tras ver la dirección. 

“Me dieron 30 días”, dijo Canchingre, de 37 años, sobre la duración de la estadía en el refugio. A diferencia de Emilio, aún no ha solicitado asilo.

Hace varios meses que entraron en vigor nuevas normas sobre cómo los inmigrantes y solicitantes de asilo pueden obtener una prórroga, que se determina caso por caso, que considera los esfuerzos por salir del sistema de refugios. La ciudad ahora está concediendo prórrogas más largas, de 60 días, a quienes entran en una categoría conocida como Residentes Permanentes al amparo de la Ley (PRUCOL por sus siglas en inglés), lo que significa que pueden calificar para recibir beneficios estatales.

A raíz de una directriz de la Oficina de Asistencia Temporal y Asistencia para Incapacitados (Office of Temporary and Disability Assistance u OTDA por sus siglas en inglés) del estado de Nueva York publicada en mayo, los inmigrantes que hayan solicitado el Estatus de Protección Temporal (TPS) o asilo —entre otros criterios— podrían optar a la red de asistencia y a prestaciones públicas estatales, como el alojamiento temporal.

La alcaldía lleva meses concediendo más tiempo de alojamiento a migrantes con estatus PRUCOL, pero ofrecerles prórrogas más largas, de 60 días, en lugar de los 30 días que han recibido otros, parece ser una novedad más reciente, dijeron los defensores.

El acuerdo legal que estableció las normas actuales de realojamiento de inmigrantes adultos sin hijos, especifica que quienes cumplan los criterios de la ciudad para pasar más tiempo tras una estancia inicial se les debe ofrecer al menos otros 30 días si el solicitante es mayor de 23 años, y al menos 60 días para los que sean más jóvenes.

Cuando se le preguntó cuándo había iniciado este cambio, la alcaldía declaró que las prórrogas más largas a los inmigrantes con estatus PRUCOL comenzaron después de que se alcanzara el acuerdo con la Legal Aid Society y la Coalition for the Homeless en marzo.

Pero, según Josh Goldfein, abogado de la Legal Aid Society y quien negoció el acuerdo sobre el derecho a refugio, este cambio se aplicó recientemente.

Él dijo que la idea de conceder más tiempo a los que han solicitado asilo fue propuesta a la ciudad por los defensores en el último mes más o menos. El tiempo adicional proporcionará estabilidad a los solicitantes de asilo mientras esperan para obtener un permiso de trabajo, quienes sólo pueden aplicar 150 días después de enviar la solicitud.

“Ellos [la ciudad] nos dijeron que ese era su plan”, dijo Goldfein, “Pero esta es la primera vez que escucho que siguieron adelante y realmente lo implementaron”. La oficina del alcalde dijo que no tenía cifras para compartir cuando se le preguntó cuántas personas habían recibido prórrogas de 60 días debido a su estatus PRUCOL.

La mañana del 13 de agosto, afuera del Centro de remisión de pasajes City Limits habló con nueve inmigrantes después de que solicitaron una prórroga. Los ocho que habían presentado una solicitud de asilo recibieron dos meses. El que no había solicitado asilo recibió, en cambio, una prórroga de 30 días.

Según el acuerdo alcanzado en marzo, los inmigrantes que solicitan otra cama tras una estancia inicial de 30 o 60 días solo podrán obtener prórrogas bajo “circunstancias atenuantes”, como recuperarse de una intervención médica o si tienen una cita próxima con el tribunal de inmigración.

También podrían ganar más tiempo si demuestran “esfuerzos significativos” para salir del sistema, como solicitar el Estatus de Protección Temporal, asistir a clases o conseguir un empleo, entre otros factores.

Según la alcaldía, desde la implementación de las normas más estrictas de realojamiento de inmigrantes en mayo, se han evaluado más de 2.600 casos en el Centro de remisión de pasajes para inmigrantes y solicitantes de asilo, con más de 850 aprobaciones y más de 1.780 negaciones.

La ciudad no quiso detallar cómo sopesa las solicitudes, pero Goldfein dijo que el sistema de 20 puntos que comenzó a utilizar esta primavera, en el que alguien puede ganar puntos por cada esfuerzo que demuestre para dejar el refugio, no ha cambiado.

“Cuando una persona solicita una prórroga”, explicó Dave Giffen, director ejecutivo de Coalition for the Homeless, “primero se comprueba si tiene estatus PRUCOL y, si no lo, puede solicitar una prórroga por circunstancias atenuantes”.

Cuando llegó el momento de hablar con un gestor de casos dentro de las instalaciones del Centro de remisión de pasajes, los migrantes que salían ese día afirmaron que, como mucho, les hicieron unas pocas preguntas, mientras que la mayoría dijo que no les hicieron ninguna pregunta.

“Entramos. Esperamos”, dijo el colombiano Fernando Alemán, de 23 años, que entró con un amigo y recibió 60 días más en otro albergue. “No nos preguntaron nada. Nos dieron la carta y la nueva dirección”.

^{Izquierda: Un hombre entra en el Centro de remisión de pasajes para inmigrantes y solicitantes de asilo Derecha: Una comida preenvasada distribuida a los solicitantes de refugio.
Photos by Adi Talwar.}

Varios, como Emilio, salieron a comer las comidas preenvasadas —con una manzana, un huevo cocido y un panecillo— que habían recibido dentro.

Más de 14.000 inmigrantes adultos sin hijos permanecían en el sistema de refugios de la ciudad a finales de junio, el mes más reciente del que se dispone de datos. El endurecimiento de las normas para reaplicar por refugio en los últimos meses ha provocado que más inmigrantes duerman y acampen al aire libre, según informan los medios de comunicación, y las autoridades municipales han desalojado recientemente uno de estos campamentos en Randall’s Island. 

En junio otras 51.000 familias inmigrantes con hijos estaban en refugios fuera del Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS por sus siglas en inglés), quienes deben reaplicar cada 60 días por una cama. Sin embargo, la semana pasada las autoridades municipales confirmaron que empezarán a enviar avisos de estadía de dos meses a las familias inmigrantes con hijos en los refugios del DHS.

A finales de junio, unas 8.835 familias inmigrantes con hijos, es decir, más de 30.000 personas, estaban alojadas en albergues del DHS. Los defensores de las personas sin hogar y de los inmigrantes han criticado el cambio de política, afirmando que obligar a los menores a cambiar de albergue cada dos meses altera sus rutinas y su acceso a la educación, y llega justo cuando está a punto de empezar el nuevo año escolar. 

Se abrirán más refugios en centros religiosos

La mañana del 13 de agosto, algunos solicitantes de asilo salían del Centro de remisión de pasajes para inmigrantes y solicitantes de asilo con optimismo en el rostro.

Pero otros se quejaban porque los habían asignado lejos de donde trabajaban, o se les había asignado a uno de los nueve refugios en centros religiosos que se han abierto como parte del programa de refugios en centros religiosos anunciado por el alcalde el año pasado.

Según el plan, se seleccionaron 50 lugares de culto para alojar durante la noche a más de una docena de adultos, pero después de más de un año, sólo nueve dan cobijo actualmente a los migrantes.

A diferencia de otros albergues que ha abierto la ciudad, los centros religiosos pueden acoger a muchas menos personas y sólo funcionan durante la noche.

“Abren a las 7 p.m. y te vas a las 7 a.m.”, dijo en francés un inmigrante haitiano que no quiso ser identificado por su nombre, agregando que había sido asignado a uno de esos sitios. 

Los migrantes y solicitantes de asilo tienen la opción de acudir a dos “daytime hospitality centers” (centros de hospitalidad durante el día), que abren de 7 a.m. a 7 p.m y ofrecen comida, duchas y distribución de ropa.

Según Peter Gudaitis, director ejecutivo y CEO de New York Disaster Interfaith Services, se supone que este mes abrirán sus puertas otros dos refugios y más de 20 esperan abrir.

Durante meses, el programa se ha visto paralizado por el proceso de aprobación del Departamento de Bomberos, que incluye el cumplimiento de normas sobre el número de camas y el requisito del Departamento de Edificios (DOB) de obtener un permiso de uso temporal.

“Todos los retrasos siguen estando relacionados con el cumplimiento del código del FDNY y DOB para obtener un permiso de uso temporal”, dijo Gudaitis.

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