Project Hospitality e Interfaith Center of New York, dos de las partes involucradas en el contrato, dijeron que el camino para iniciar el programa ha sido accidentado y esperan que menos de 10 de los 50 espacios designados abran sus puertas en las próximas semanas.

Asylum seekers outside a shelter in Queens

Adi Talwar

Migrantes de Ecuador frente a la iglesia Evangel Christian Center en Queens, que se estaba utilizando como refugio de emergencia este mes antes de que los residentes empezaran a ser trasladados el martes.

Este artículo apareció originalmente en inglés el 17 de agosto. Translated by Daniel Parra. Read the English version here.

Un grupo de solicitantes de asilo esperaban la hora del almuerzo afuera de la iglesia Evangel Christian Center en Queens el martes cuando un guardia de seguridad salió y les dijo que empacaran sus pertenencias: todos serían trasladados fuera del sitio en los próximos días.

La iglesia, en Long Island City, había aceptado a principios de este mes a unos 180 inmigrantes que durmieron fuera del hotel Roosevelt en Manhattan —el principal centro de recepción de inmigrantes de la ciudad— después de que las autoridades dijeran que el sistema de refugio se había quedado sin espacio. Durante el último año la ciudad ha recibido a más de 100.000 inmigrantes.


Luis, quien pidió que no se utilizara su nombre completo por desconfianza tras haber visto cómo la situación se convertía en un alboroto mediático, dijo que durmió dos días en la calle frente al hotel antes de ser trasladado a la iglesia de Queens la noche del 3 de agosto.

“Los buses llegaron en la noche”, recordó Luis, de 41 años. “La gente empezó a subirse, así que yo también me subí, sin saber a dónde iba”, dijo.

Durante meses, el alcalde Eric Adams ha repetido que ya no hay espacio para más inmigrantes, una afirmación que algunos han cuestionado señalando cientos de camas disponibles en el sistema de albergues de la ciudad que estuvieron vacantes entre el 29 de julio y el 3 de agosto cuando Luis y otros durmieron en la acera, según datos compilados por el El Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS por sus siglas en inglés) y reportado primero por el NY Daily News.

Hasta la fecha, 58.500 inmigrantes permanecen bajo el cuidado de la ciudad, lo que según las autoridades ha costado $1.700 millones de dólares hasta ahora, haciendo que la administración bregue por abrir nuevos refugios. Y aunque muchas instituciones religiosas han ayudado en la crisis, aún no se ha puesto en marcha un programa más amplio para que 50 centros religiosos instalen casi 1.000 camas en total.

City Limits informó primero sobre este plan en mayo, y la oficina del alcalde lo anunció formalmente en junio, con el objetivo de tener la iniciativa andando en julio. Pero a mediados de agosto, ninguno de los centros ha recibido a inmigrantes.

Project Hospitality e Interfaith Center of New York, dos de las partes involucradas en el contrato bajo el liderazgo conjunto de New York Disaster Interfaith Services (NYDIS por sus siglas en inglés), dijeron que el camino para iniciar el programa ha sido difícil, y esperan que menos de 10 de los 50 espacios designados abran sus puertas en las próximas semanas.

En una conferencia de prensa el miércoles, el vicealcalde de comunicaciones, Fabien Levy, indicó que esperan poner en marcha el programa en breve y aclaró que la iglesia Evangel Christian Center Church no es parte de la iniciativa, pero se había sumado para ofrecer espacio cuando la ciudad tenía problemas para encontrarlo.

“Todavía estamos trabajando para finalizar este programa”, dijo Levy sobre la iniciativa con los centros religiosos. “Así que hemos estado trabajando de forma no oficial con diferentes instituciones religiosas, pero estamos muy ilusionados por lanzar el programa completo en breve”, agregó.

El Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda de la ciudad de Nueva York (HPD por sus siglas en inglés), que ha estado coordinando parte de la respuesta a la llegada de solicitantes de asilo, está supervisando el programa. La agencia remitió a City Limits a la oficina de prensa del alcalde, pero esta no respondió a las consultas en busca de más detalles sobre la demora.

NYDIS ha sido galardonado con un contrato de $75 millones de dólares, a partir del 1 de julio, para coordinar la operación del programa de refugio en centros religiosos y cinco “hospitality centers” (centros de hospitalidad) que proporcionarían alimentos, duchas, acceso a servicios legales, distribución de ropa y recreación a los solicitantes de asilo durante el día, cuando las instituciones religiosas están siendo utilizados para otros fines.

Una vez que esté en funcionamiento, el programa durará 24 meses y puede ampliarse. Si bien cada una de las 50 centros religiosos se encuentra en diferentes puntos de sus planes de apertura, el programa ha progresado muy lentamente, dijo un representante de Interfaith Center of New York.

La capacidad de estos templos y centros religiosos es limitada debido a algunas regulaciones estatales que se activan una vez que el refugio recibe a 20 personas o más, y los sitios operarán solo durante la noche. Las ubicaciones deben tener un guardia de seguridad, un coordinador de refugios, intérpretes, baños, duchas, así como catres, sábanas, toallas y baúles de almacenamiento, y cumplir con los requisitos del código de construcción y seguridad contra incendios de la ciudad.

Algunos de los sitios son históricos y se construyeron para usos muy diferentes a los que ahora se proponen, por lo que tienen dificultades para cumplir con esas reglas. La contratación de un guardia de seguridad con licencia estatal o un oficial de la ley fuera de servicio para asegurar el sitio durante la noche ha sido otra barrera para algunos lugares, mientras que otros buscan asegurar el acceso a las duchas, lo que también ha sido un problema en varios de los “Respite Centers” (centros de acogida temporal) que se han abierto para albergar a los migrantes y continúan operando sin duchas en el lugar.

Adi Talwar

Un tráiler con duchas para solicitantes de asilo en el estacionamiento de la iglesia Evangel Christian Center en Queens

La ciudad de Nueva York ya utiliza una pequeña cantidad de “camas en centros religiosos” donde 21 personas durmieron el martes por la noche, según los datos más recientes del censo de personas sin hogar. Durante años, la ciudad ha colaborado con una coalición de grupos religiosos llamada como Emergency Shelter Network (Red de albergues de emergencia), para ofrecer una alternativa a los refugios más grandes administrados por el gobierno, particularmente en momentos de crisis.

En la iglesia Evangel Christian Center, tres inmigrantes que se habían alojado allí dijeron que dormían en catres instalados en las aulas de la escuela adyacente a la iglesia. Se les proporcionó toallas, jabón, cepillo de dientes, así como desayuno, almuerzo y cena, y acceso a un remolque con duchas en el estacionamiento.

Un guardia de seguridad que trabajaba allí le dijo a City Limit que los residentes se habían quejado repetidamente de que el espacio se usaba como refugio. Mientras City Limits reportaba fuera del sitio el martes, un residente local se detuvo para quejarse de las personas sentadas en las aceras.

“Todos saldrán en los próximos días”, dijo la guardia de seguridad el martes.

No estaba claro a dónde estaban siendo trasladados los solicitantes de asilo. Gothamist informó que al menos un autobús de hombres que se habían alojado en una iglesia de Astoria fue enviado a un refugio de carpas a gran escala que el estado inauguró esta semana en el Centro Psiquiátrico Creedmoor, donde había manifestantes, y varios de esllos fueron arrestados el miércoles por la noche, informó el sitio de noticias.

La respuesta local hace eco de luchas similares que se desarrollan sobre la ubicación de refugios en toda la ciudad y el estado. Algunos residentes han presionado para detener a los funcionarios de erigir otra gran instalación de carpas planeada para los campos deportivos en Randall’s Island.

“A los neoyorquinos queríamos hablarles directamente y hacerles saber que no hay nada que nos guste de tener que trasladar los campos de fútbol, nada que nos guste de realmente trasladar y cambiar y cambiar dentro de sus comunidades locales”, dijo el alcalde Adams durante su nuevo discurso semanal en la radio el domingo cuando se le preguntó por el rechazo, donde repitió sus peticiones de más ayuda de Washington. “Esto escapa a nuestro control”.

Este artículo contó con reportaje adicional de Jeanmarie Evelly.

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