El 31 de mayo por la tarde, dos autobuses que transportaban a más de 60 solicitantes de asilo del refugio de la ciudad partieron hacia el Ramada Inn en Albany, donde las autoridades dicen que también se están acercando a su capacidad máxima.

Daniel Parra

 Solicitantes de asilo haciendo fila en Queens la semana pasada para tomar un autobús a Albany.

Este artículo apareció originalmente en inglés el 5 de junio. Translated by Daniel Parra.
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Un grupo de jóvenes inmigrantes solicitantes de asilo esperaban, conversaban y fumaban cigarrillos frente a la iglesia católica de St. Margaret Mary en Astoria la semana pasada, uno de los ocho “Respite Centers” (centros de acogida temporal) que la administración del alcalde Eric Adams abrió esta primavera. En principio, estos refugios serían para estadías cortas, aunque varios en la iglesia de Queens dijeron que habían estado allí durante semanas.

Ellos habían decidido tomar uno de los dos autobuses que llegaría en la tarde con destino a Albany.

“Es la capital”, dijo un miembro del grupo, sopesando la disponibilidad de trabajo en la ciudad del norte, que es uno de los varios condados a donde Adams ha tratado de reubicar a los inmigrantes en las últimas semanas, diciendo que su administración ya no puede albergarlos.


A los solicitantes de asilo que se hospedaban en la iglesia de Queens se les dio la opción de permanecer en la ciudad o abordar voluntariamente un autobús para tener la oportunidad de un alojamiento más cómodo en el Ramada Inn en la avenida Watervliet de Albany. Más de 60 personas optaron por irse.

“Me mostraron fotos del hotel, está bueno”, dijo sobre la oferta un hombre que se hospedaba en la iglesia. “Y tiene camas, camas de verdad”, añadió, ralentizando las últimas dos palabras para dar énfasis. En la iglesia, él y otros habían estado durmiendo en catres y tenían que caminar hasta el cercano Astoria Park para ducharse.

Tras los problemas iniciales de comunicación, el primer autobús con unos 40 solicitantes de asilo enviado por el alcalde Adams llegó a Albany durante el fin de semana del Día de los Caídos, anunció la alcaldesa de Albany, Kathy Sheehan.

Hasta el 2 de junio, la ciudad de Albany había recibido a 215 solicitantes de asilo transportados en autobús desde la ciudad de Nueva York, dijo el jefe de gabinete de la alcaldía de Albany, David Galin. “Todavía no hemos llegado”, dijo Galin la semana pasada cuando se le preguntó sobre el número máximo de inmigrantes que la ciudad podría manejar mientras ofrece servicios óptimos, “pero estamos llegando”.

“Estamos llegando a un punto en el que nuestros colaboradores sin ánimo de lucro necesitan más tiempo para seguir el ritmo de admisión de los 215 solicitantes de asilo que se encuentran en Albany, que son más de los aproximadamente 200 [que] nuestros colaboradores señalaron como punto de referencia al que podían ayudar rápidamente”, dijo Galin por correo electrónico.

En la ciudad de Nueva York, mientras tanto, los “centros de acogida temporal”, supervisados ​​por la Oficina de Manejo de Emergencias de la ciudad (OEM por sus siglas en inglés), se supone que son para uso a muy corto plazo. Ofrecen servicios aún más limitados que otros refugios de emergencia que la ciudad se ha apresurado a abrir en los últimos meses: 157 de ellos en total, incluidos nueve centros humanitarios de emergencias humanitarias y socorro (HERRC por sus siglas en inglés). 

Cuando se le preguntó por la fecha, la alcaldía no dijo cuándo abrió la iglesia St. Margaret Mary, pero dijo que los “centros de acogida temporal” están generalmente destinados a servir como salas de espera temporales para los solicitantes de asilo cuando la ciudad recibe una afluencia de recién llegados o se queda sin espacio.

Sin embargo, más de una docena de los que dormían en la iglesia de Astoria le dijeron a City Limits durante una visita el 31 de mayo pasado que habían estado allí durante más de dos semanas y algunos estaban a punto de completar un mes.

La administración del alcalde Adams ha estado pidiendo una “estrategia de descompresión” en la frontera durante meses. Pero en la ciudad, se embarcó en una estrategia de descomprimir los refugios locales enviando inmigrantes a otras localidades en el estado de Nueva York y pagando para albergarlos allí, al tiempo que aprieta las tuercas legales para cambiar las normas locales sobre “derecho a refugio”, que obligan a la ciudad a proporcionar una cama para pasar la noche a quien la necesite.

La administración abrió el primer “centro de acogida temporal” el mes pasado, en la antigua academia de policía de Manhattan en la calle 20, donde las familias con menores durmieron durante días en aparente violación de los estándares del derecho a refugio, según informó entonces City Limits. Defensores y legisladores han criticado los esfuerzos del alcalde por debilitar esas protecciones.

“Hacerlo relegaría a las personas vulnerables, tanto a neoyorquinos antiguos como a migrantes recién llegados, a dormir en espacios públicos e inseguros en las aceras, en los parques, en el sistema de tránsito o regresando a sus hogares con personas que les han hecho daño”, dijo Legal Aid Society en un comunicado reciente.

Hay más de 46.000 migrantes actualmente bajo el cuidado de la ciudad, dijo la vicealcaldesa Anne Williams-Isom durante una sesión informativa la semana pasada, y más de 72.000 han llegado desde el año pasado. Sin embargo, el contralor de la ciudad, Brad Lander, ha pedido a la administración más datos sobre la población migrante luego de que la alcaldía dejara de compartir esta información.

Según Williams-Isom, solo la semana pasada la ciudad recibió 2.200 nuevos solicitantes de asilo.

En St. Margaret Mary se alojaban hombres, mujeres y parejas. Y aunque la oficina del alcalde dice que su objetivo es trasladar a las personas de los “centros de acogida temporal” tan pronto como se encuentre una ubicación alternativa, muchos en la iglesia dijeron que pidieron que los trasladaran a otro lugar, pero les dijeron que no era posible.

Por ejemplo, Yorgelys, quien prefirió no dar su apellido, dijo que llegó a St. Margaret Mary hace 24 días. Después de escuchar que algunos solicitantes de asilo habían encontrado un nuevo lugar luego de ir al centro de admisión centralizado en el Hotel Roosevelt de Manhattan, ella entonces decidió probar suerte y fue el martes pasado para volver a aplicar.

Pero a Yorgelys y a su pareja se les dijo que regresaran al “centro de acogida temporal” y, después de pasar la noche en el lobby de otro albergue, fueron transportadas de regreso a la iglesia de Astoria al día siguiente, junto con otras parejas y otros inmigrantes.

Carolina Martínez, entre un grupo de mujeres que se habían hospedado en el “centro de acogida temporal”, dijo que se inscribió para mudarse al hotel de Albany porque no se adaptaba a no contar con una ducha después de permanecer dos semanas en el lugar.

“Me hice amiga de una señora dominicana que me trae comida y me deja bañarme en su apartamento”, dijo Martínez, de 24 años.

Los solicitantes de asilo que partieron en el autobús dijeron que podían quedarse en el hotel en Albany hasta por cuatro meses. Galin no pudo confirmar esos detalles, pero señaló que las leyes allí permiten que las personas se queden más de 28 días en un hotel, a diferencia de otros condados.

Jessica dijo que ella y su esposo inicialmente se ofrecieron como voluntarios para ser transportados a Albany, pero tras recibir una llamada con una oferta de trabajo, se acercaron a un funcionario del albergue y al intérprete para preguntarles si podían quedarse. Pero el funcionario del refugio dijo que era demasiado tarde para cambiar de rumbo.

“Dígales que nos lo están poniendo difícil porque no podemos darles de alta y volver a recibirlos, especialmente el mismo día”, dijo el funcionario. La pareja primero tendría que abandonar el “sistema de Albany” antes de poder volver a unirse al “sistema” del “centro de acogida temporal”, según el funcionario. “Tienen que irse al norte porque ya firmaron”, dijo el funcionario.

Minutos después, Jessica y su esposo abordaron el autobús a Albany.