El alcalde defendió la medida y dijo que la ciudad tenía pocas opciones mientras lucha por mantenerse al día con una población en refugios en aumento. Pero los defensores dicen que el cambio socava la red de seguridad social de la ciudad y las protecciones para garantizar que las familias sin hogar con niños tengan acceso a condiciones seguras.

NYC Mayor’s Office

(Oficina del Alcalde de Nueva York) alcalde Eric Adams aborda la crisis de los solicitantes de asilo en una conferencia de prensa de octubre de 2022.

Este artículo apareció originalmente en inglés el 11 de mayo. Translated by Daniel Parra.
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El 5 de mayo, Wanda, una venezolana de 21 años que prefirió no revelar su apellido, dijo que luego de llegar al aeropuerto de LaGuardia desde Brownsville, Texas, se acercó a un policía y le dijo: “estoy buscando un refugio”.

Poco después, sin saber quién lo había llamado, y mucho menos quién lo había pagado, llegó un Uber y la llevó al Centro de Admisión de Prevención y Alojamiento Temporal (PATH por sus siglas en inglés) en el Bronx, la primera parada para familias sin hogar como para inmigrantes solicitantes de asilo para acceder a un refugio en la ciudad de Nueva York.


En cuestión de minutos, le dijeron que fuera al edificio de la antigua academia de policía de Manhattan en la calle 20, esta vez sin la suerte de recibir ayuda para llegar allí. Así que tomó el metro y una neoyorquina le dio las indicaciones.

La antigua academia en Gramercy Park es uno de los sitios más recientes que la ciudad ha aprovechado para albergar a los solicitantes de asilo. Desde el año pasado, más de 65.000 migrantes han llegado a Nueva York. La administración del alcalde Eric Adams ha estado luchando para abrir nuevos sitios de refugio, contemplando la posibilidad de erigir viviendas temporales en las calles de la ciudad e incluso fuera de la ciudad.

El 8 de mayo, el Daily News reveló que la antigua academia de policía estaba siendo utilizada para albergar niños en entornos congregados, una aparente violación de las reglas de larga data sobre el “derecho a refugio” que prohíbe a la ciudad albergar a menores de edad en estas condiciones. Para el miércoles por la mañana, muchas familias con niños habían sido reubicadas del sitio, pero no todas, dijeron los inmigrantes alojados allí.

“Había varias familias aquí”, dijo Beatriz, de 30 años. “Muchos fueron trasladados entre el lunes por la tarde y el martes por la mañana”.

El miércoles, el alcalde Eric Adams emitió una orden ejecutiva para suspender algunas de esas reglas únicas de “derecho a refugio”, Gothamist informó, citando la tensión de la crisis migratoria. La directiva del alcalde levanta específicamente los requisitos que obligan a la ciudad a albergar familias sin hogar con niños en espacios privados que tienen acceso a una cocina y baño, así como otra disposición destinada a evitar que las familias con niños tengan que dormir toda la noche en un centro de admisión.

Durante el último año el equipo de Adams ha abordado la posibilidad de “reevaluar” los requisitos de las históricas disposiciones del derecho a refugio en la ciudad, establecidas hace décadas por una serie de fallos judiciales y políticas gubernamentales derivadas de una demanda de 1979 presentada por una persona sin hogar llamado Robert Callahan. Los defensores de las personas sin hogar criticaron rápidamente la orden del alcalde, citando este derecho como un componente esencial de la red de bienestar de Nueva York.

La orden del alcalde “podría obligar a las familias con niños a languidecer en el centro de admisión de la ciudad durante largos períodos de tiempo, potencialmente días y días, prolongando un sufrimiento que ningún ser humano debería experimentar”, dijo Legal Aid Society and Coalition for the Homeless en un comunicado. “Esta orden podría conducir potencialmente a que la ciudad coloque regularmente a familias sin hogar con niños en entornos congregados, una práctica peligrosa y ampliamente condenada del pasado”.

Pero el alcalde defendió la medida ante los periodistas el jueves por la mañana, diciendo que la ciudad tenía pocas opciones mientras luchaba por mantenerse al día con una población en refugios en aumento. El gobernador de Texas, Greg Abbott, reanudó el envío de autobuses de inmigrantes desde la frontera de su estado a Nueva York a principios de este mes, y en una semana la ciudad recibió unas 4.200 personas, dijo Adams.

“Nadie pensó en una crisis humanitaria cuando llevaron por primera vez este caso judicial de derecho a refugio”, dijo el alcalde. “Estamos recibiendo un promedio de 500 personas por día, y el Título 42 no se levanta. Potencialmente, podríamos recibir a miles de personas por día en nuestra ciudad”.

Varios de los que se quedaron en las antiguas instalaciones de la academia de policía el miércoles dijeron que no sabían a dónde serían reubicados, o cuánto tiempo podrían quedarse después de pasar allí más de cinco días.

Durante una audiencia de presupuesto del Concejo Municipal el lunes, la comisionada del Departamento de Servicios Sociales (DSS por sus siglas en inglés), Molly Park, dijo que las familias serían reubicadas del sitio en las próximas 24 a 48 horas, luego de reconocer la presencia de menores allí. Pero aún el miércoles por la mañana, un par de familias con niños habían pasado una noche más en la academia de policía, dijeron quienes se hospedaban allí. La alcaldía no respondió a las preguntas de City Limits sobre este asunto.

Pero hablando de manera más general a los medios el jueves por la mañana, el alcalde llamó algunos de los requisitos del derecho al albergue, como que “toda familia debe tener una cocina y un baño”, de “no realistas” a la luz de los problemas de capacidad actuales.

“Mi hijo se alojó en una residencia estudiantil en la universidad. No tenía su propia cocina y baño, y aun así hizo un gran trabajo”, dijo Adams, haciéndose eco de declaraciones similares que hizo en los últimos meses que parecen desafiar los estándares de vivienda y refugio de la ciudad, como las leyes de construcción que requieren que los dormitorios tengan ventanas.

“Nuestro deseo no es alojar a niños y familias en instalaciones tipo residencia; nuestro deseo es gestionar una crisis humanitaria”, dijo Adams.

Pero los defensores rechazaron el argumento del alcalde. En un comunicado, la expresidenta del concejo de la ciudad, Christine Quinn, ahora directora de Women in Need (WIN por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro para personas sin hogar, dijo que permitir que los niños permanezcan en centros de acogida puede ponerlos “en situaciones peligrosas”.

“Quieres que la gente tenga su propio espacio. Tienes un montón de niños corriendo”, dijo Maria Walles, miembro del grupo Safety Net Activists y quien antes no tenía hogar. Ella y otros defensores están presionando para que la ciudad priorice conectar a las familias sin hogar con vivienda, en lugar de refugio. Muchos han pedido a los legisladores enmendar las reglas sobre la elegibilidad para CityFHEPS, el principal subsidio de vales de alquiler de la ciudad, para el cual los neoyorquinos que no son ciudadanos actualmente no califican.

“Al menos… ponerlos en un departamento donde puedan cocinar para su familia”, dijo Walles. “Este es un problema importante que va a ser traumatizante, especialmente para los niños”.

Daniel Parra

Al antiguo edificio de la academia de policía de Manhattan en la calle 20.

En la antigua academia de policía, se instalaron filas y filas de catres verdes donde los residentes recibieron una manta y un kit con pasta de dientes, cepillo de dientes, champú y una toalla. José, de 21 años, quien también prefirió no revelar su apellido, dijo que a las familias con bebés les daban pañales después de llegar. El sitio tiene comida disponible, aunque no hay cocina para que las familias preparen su propia comida.

De los seis residentes con los que habló City Limits, ninguno se quejó del trato o las condiciones del lugar. “Aquí siento tranquila, cuidada, protegida”, dijo Wanda. “Algunos policías hablan español y otros no”.

Los inmigrantes que se quedaron allí le dijeron a City Limits que llegaron a la ciudad por múltiples rutas: algunos fueron llevados allí después de ser transportados recientemente por el gobernador de Texas Abbott después de una pausa de meses en los autobuses; otros recibieron boletos de avión para volar desde San Antonio; y algunos llegaron en autobús desde ciudades como Denver.

Beatriz, quien llegó en autobús desde Denver después de cruzar la frontera en Texas, dice que hay más gente en la capital de Colorado lista para venir a la Gran Manzana. “En Denver, hay unas 300 personas esperando”, dijo Beatriz.

El Emergency Operations Center and Joint Information Center de Denver dijo que la ciudad ha enviado a 190 personas a Nueva York desde el 8 de mayo. “Desde la reciente afluencia significativa de inmigrantes y solicitantes de asilo la semana pasada, hemos aumentado significativamente nuestras compras de boletos”, dijo un portavoz.

Desde enero, se han comprado boletos para que unos 1.005 inmigrantes viajaran a Nueva York desde Denver, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de todos los boletos que se han comprado.

“Tengo más amigos aquí”, dijo Wanda sobre su razón para elegir Nueva York, citando a un amigo que pasó varios meses en un refugio de emergencia en un hotel de Manhattan. Estos amigos, agregó, la han guiado para acceder a recursos y buscar trabajo.

Hasta el 3 de mayo, el gobernador Abbott había enviado a más de 5.300 migrantes en más de 100 autobuses a Nueva York, dijo su portavoz Renae Eze en un correo electrónico, lo que representa solo un poco más del 8 por ciento del número total de personas que han llegado a la ciudad desde el año pasado.

La ciudad de El Paso ha enviado a 7.000 personas adicionales, aunque una portavoz dijo que El Paso dejó de proporcionar “transporte patrocinado” en octubre de 2022.

Adams dijo el jueves que su administración tiene la intención de “desafiar todos los obstáculos legales” que impiden sus posibles planes para albergar a personas, incluida una orden de emergencia aprobada por un ejecutivo del condado de Rockland la semana pasada que busca prohibir que la ciudad envíe solicitantes de asilo a hoteles allí, como propuso el alcalde.

“Estamos alimentando a miles de personas, más de 60.000 que pasaron por nuestro sistema. Hay servicio de lavandería. Se está educando a los niños. Hay servicio médico, apoyo a la salud mental, asesoramiento jurídico. Lo que estamos haciendo no tiene precedentes en ningún otro municipio”, dijo Adams al defender su orden ejecutiva el jueves.

“Si tenemos que reexaminar la ley para que se ajuste a la crisis humanitaria que tenemos en la vida real, entonces tenemos que hacerlo”.