DREAM Act_DACA

Inter-American Dialogue

Chad Wolf, secretario de DHS

Organizaciones de dreamers y de inmigrantes hicieron un llamado este martes para que se retome la ley de Desarrollo, Ayuda y Educación para Menores Extranjeros, conocido como el proyecto de ley DREAM Act, para que esta vez sí se apruebe en el congreso de los Estados Unidos.

Luego de que el pasado 28 de julio el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) revelara su memorándum en el que se pedía rechazar todas las solicitudes iniciales pendientes y futuras para la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o DACA, ahora una coalición de más de un a centena de organizaciones en el país están pidiendo retomar el camino para legitimar lo que en 2012 fue aprobado mediante acción ejecutiva del entonces presidente, Barack Obama.

“A la espera de mi reconsideración completa de la política de DACA, ordeno al personal del DHS que tome todas acciones apropiadas para rechazar todas las solicitudes iniciales pendientes y futuras de DACA, rechazar todas las solicitudes pendientes y futuras de libertad condicional anticipada en ausencia de circunstancias excepcionales, y para acortar las renovaciones de DACA de acuerdo con los parámetros establecidos en este memorándum”, dice el memorándum firmado por Chad Wolf, secretario de DHS.

De acuerdo con Ignacia Rodríguez Kmec, abogada de política de inmigración en el Centro Nacional de Leyes Migratorias (National Immigration Law Center), uno de los tantos problemas con este memorándum es que no se explica qué se quiere decir con un solicitante que justifique “circunstancias excepcionales”.

Otro de los problemas es que limita la renovación del permiso de trabajo a un año en vez de cada dos años. Así que todas las renovaciones pendientes de DACA se limitan a un año con efecto inmediato, lo cual, para Rodríguez Kmec, sería una gran carga económica extra y una dificultad adicional porque “sería una gran preocupación por pagar cada año, más difícil aún durante una pandemia”.

Al mismo tiempo que se están cambiando las reglas, la pandemia ha afectado al servicio de ciudadanía e inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), organizaciones que se encarga de procesar las aplicaciones de DACA. 

Durante la pandemia, USCIS vio una reducción en el volumen de peticiones de inmigración y por lo tanto, el número de cobros se redujo drásticamente. Ahora, al negarse a recibir nueva aplicaciones de DACA esta organización estaría dejando de recibir cerca de $148 millones de dólares que vendrían de los nuevos 300.000 aplicantes al programa.

Por toda esta serie de problemas es que la coalición de organizaciones está pidiendo que se retome el proyecto de ley Dream Act que no ha sido aprobada por el congreso. En 2010, luego de ser aprobado por la cámara de representantes, el proyecto de ley estuvo cerca de ser aprobado en el senado cuando solo faltaron cinco votos para alcanzar los 60 necesarios.

Otra de las leyes que la coalición está empujando para que se retome es el proyecto de ley conocido como el HEROES Act, creado durante la pandemia, que brindaba una prórroga automática de los permisos de trabajo y protección contra la deportación para los inmigrantes, incluidas las personas con DACA o con estatus de protección temporal (TPS por sus siglas en inglés).

“No puedo enfatizar lo suficiente la necesidad que hay para legislar sobre DACA ahora mismo”, dice Ur Jaddou, director de DHS Watch en America ‘s Voice, organización que también apoya retomar los proyectos de ley existentes para que sean aprobados en el congreso.

Andrea Anaya, miembro de United We Dream —organización dirigida por jóvenes inmigrantes —, planeaba aplicar por DACA luego de que un tribunal federal ordenara a USCIS considerar solicitudes de los nuevos aplicantes al programa en julio de 2020. “No pude solicitarlo”, dice Anaya, quien llegó muy joven a Maryland proveniente de El Salvador. 

Si bien el programa de DACA otorga un permiso de trabajo legal que permite acceso a empleos mejor remunerados, como política migratoria, “DACA es sólo una curita en la herida”, dice Arlette Morales, quien es parte del grupo de derechos de los inmigrantes we are CASA.