Según los expertos, Nueva York es el único estado que cuenta con crédito tributario por hijos reembolsable que excluye a las familias con bajos ingresos del acceso al máximo beneficio, lo que limita su efecto contra la pobreza. Si se promulga la propuesta de la gobernadora, esto por fin cambiaría.
Este artículo se publicó originalmente en inglés el 24 de enero. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.
En su discurso sobre la situación del estado, la gobernadora Kathy Hochul destacó varias prioridades —parte de su visión de “devolver dinero a los bolsillos de los neoyorquinos”— dirigidas a reducir la pobreza infantil y la pobreza en general.
Ampliar el crédito tributario por hijos es una propuesta que, según los investigadores, podría tener un impacto significativo en el estado de Nueva York, donde el nivel de pobreza infantil sigue superando la tasa nacional, como lo ha hecho durante más de una década, según datos del Schuyler Center For Analysis And Advocacy.
La propuesta de la gobernadora ampliaría el Empire State Child Credit o ESCC por sus siglas en inglés a los neoyorquinos con ingresos bajos y moderados, aumentando el monto máximo que puede recibir un hogar de $330 a $1.000 dólares por los hijos menores de 4 años.
La propuesta se implementaría en dos años: durante el primer año, se concederían $1.000 dólares a los declarantes con hijos menores de 4 años a su cargo, y el segundo año, se ampliaría a los declarantes con hijos a su cargo de entre 4 y 16 años con $500 dólares.
“El crédito comenzaría a reducirse progresivamente cuando los ingresos superaran los $110.000 dólares para los declarantes conjuntos y los $75.000 para los solteros”, explicó Ryan Vinh, analista de investigación del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia. “El crédito se reduciría progresivamente a un ritmo del 1.65 por ciento por cada dólar por encima de estos umbrales de ingresos”.
En la actualidad, las familias con un hijo que reúna los requisitos y cuyos miembros tengan diferentes estatus migratorios, y que declaren sus impuestos federales utilizando un número de identificación personal del contribuyente (ITIN por sus siglas en inglés), pueden optar por el ESCC. La propuesta de Hochul no planea cambiar eso, dijo la oficina de la gobernadora.
“No hemos visto el lenguaje del proyecto de ley todavía, pero esperamos que cualquier expansión del Empire State Child Credit seguirá incluyendo los declarantes con ITIN”, dijo Pete Nabozny, director de política de Children’s Agenda. “No tenemos motivos para creer que no sea así”.
La propuesta también eliminaría el componente de gradualidad de ingresos del ESCC, lo que significaría que sería totalmente reembolsable y permitiría a las familias solicitar el monto máximo del crédito tributario. Con las normas actuales, las familias con ingresos más bajos no pueden recibir el monto máximo, lo que las coloca en desventaja.
“La propuesta introduce algunos cambios estructurales reales en la forma en que se forma el crédito fiscal”, dijo Kari Siddiqui, director del proyecto en el Schuyler Center for Analysis and Advocacy. “Así, se elimina lo que llamamos el componente de ‘gradualidad de ingresos’”.
Según los expertos, Nueva York es el único estado que cuenta con crédito tributario por hijos reembolsable que excluye a las familias con bajos ingresos del acceso al máximo beneficio, lo que limita su efecto contra la pobreza. Si se promulga la propuesta de la gobernadora, esto por fin cambiaría.
Nabozny explicó que las familias que ganan menos de $9.667 dólares actualmente no tienen derecho a la totalidad del crédito de $330 dólares por hijo, y las familias con varios hijos deben ganar cada vez más para tener derecho al monto máximo.
La propuesta de la gobernadora eliminaría el umbral mínimo de ingresos para recibir el crédito completo. “Esto, en sí mismo —haciendo este cambio estructural—, realmente cambia la forma en que estamos pensando y la aplicación de nuestro crédito tributario para que sea más equitativa y más orientada a las familias de bajos ingresos”, agregó Siddiqui.
Los investigadores del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia llevan años recomendando este cambio, al igual que los anteriores informes de progreso del Consejo Asesor para la Reducción de la Pobreza Infantil (New York State Child Poverty Reduction Advisory Council o CPRAC por sus siglas en inglés). En virtud de la Ley estatal de Reducción de la Pobreza Infantil de 2022, el CPRAC está encargado de formular recomendaciones políticas para reducir la pobreza infantil a la mitad en el plazo de una década.
Y aunque los defensores de la infancia acogen con satisfacción el aumento del monto, también reconocen que queda mucho trabajo por delante. De acuerdo con la propuesta de la gobernadora, la expansión del crédito fiscal por sí sola reduciría la pobreza infantil en el estado en un 8.2 por ciento.
Otras propuestas de la agenda de Hochul incluyen desayunos y almuerzos escolares gratuitos, guarderías subvencionadas y un cheque de reembolso por inflación. Estas medidas, “combinadas con otras ya presentadas por la gobernadora Hochul… reducirán la pobreza infantil en un 17.7 por ciento”, dice un comunicado de prensa de su oficina.
Sin embargo, los investigadores consideran que los cheques de reembolso único por inflación son una propuesta popular, pero sin mucho poder para reducir la pobreza sistémica. No se ajusta al tamaño de la familia, sino sólo a su estado civil: $300 dólares para las personas que ganan menos de $150.000 dólares al año y $500 dólares para las parejas casadas y los cabezas de familia que ganan menos de $300.000 dólares al año.
“Creemos que las familias de Nueva York que se enfrentan a problemas de asequibilidad estarían mejor atendidas si se ampliara el ESCC y se invirtiera en otras prioridades como el cuidado infantil y la vivienda asequible”, dijo Nabozny.
La propuesta de Hochul se asemeja a uno de los puntos del paquete de políticas recomendadas por el CPRAC, pero la suya es ligeramente diferente de lo sugerido por el Consejo. El informe del CPRAC pedía aumentar el ESCC a $2.000 dólares para los menores de 6 años y a $1.500 dólares para los mayores de 6 años, lo que, según el Consejo, reduciría la pobreza infantil en un 25.5 por ciento. La propuesta de Hochul daría cantidades menores, con el máximo para familias con hijos menores de 4 años.
“En lo que respecta al diseño de la política de crédito tributario por hijos, sabemos, por nuestras investigaciones, que a mayor cantidad de crédito tributario, con pleno reembolso (es decir, sin requisitos de ingresos o de gradualidad de ingresos) y con umbrales de eliminación progresiva más altos, mayores reducciones de pobreza se ven”, dijo Vinh en un correo electrónico. “Con la propuesta [de Hochul], Nueva York estaría entre los estados con algunos de los mayores créditos fiscales infantiles a nivel estatal, y está diseñada para llegar a todos los niños en situación de pobreza”.
Según los datos más recientes del Schuyler Center For Analysis And Advocacy, los niños menores de 4 años constituyen alrededor de una cuarta parte de los niños que viven en pobreza en el estado de Nueva York, quienes, al mismo tiempo, son los más impactados positivamente por este tipo de inversiones y apoyos, según los investigadores.
Nabozny recomendó incluir a los niños de 17 años, aumentar el crédito para niños de 4 a 17 años por encima de los $500 dólares y aplicar toda la propuesta en un año en lugar de dos.
Los defensores también se mostraron de acuerdo en indexar el crédito a la inflación como forma de erradicar de forma más permanente la pobreza infantil. “Actualizar anualmente los importes de los créditos en función de la inflación podría garantizar que el impacto de estos créditos no disminuya con el tiempo”, dijo Vinh. “Además, cantidades de crédito aún mayores en el futuro podrían producir reducciones aún mayores de la pobreza”.
Otra recomendación del CPRAC fue la reforma de la vivienda. El consejo pidió la creación de un bono de vivienda a nivel estatal basado en el Programa de Vales de Elección de Vivienda (Sección 8), permitiendo a los neoyorquinos elegibles solicitarlo independientemente de su estatus migratorio.
Durante varios años, defensores y legisladores han propuesto un subsidio diseñado para ayudar a los neoyorquinos sin hogar a conseguir una vivienda permanente, denominado Programa de Vales de Acceso a la Vivienda (HAVP por sus siglas en inglés). Cuando se analiza la reducción de la pobreza por lugar, un programa de vales sería una de las mayores políticas individuales para reducir la pobreza para todas las edades en la ciudad de Nueva York, reduciéndola en un 12.5 por ciento, según el informe del CPRAC.
Los defensores de los inmigrantes neoyorquinos han incluido el HAVP entre sus principales prioridades para los legisladores este año. Sin embargo, sigue siendo una propuesta que la gobernadora sigue evitando y a la que no hace referencia en su libro de 126 páginas situación del estado, en el que tampoco menciona a los inmigrantes o solicitantes de asilo, que han estado llegando a Nueva York en los últimos años.
“La gobernadora Hochul debe abandonar su inexplicable oposición de años al Programa de Vales de Acceso a la Vivienda, que ayudaría inmediatamente a los neoyorquinos de todo el estado a evitar los desalojos y a salir de los albergues para instalarse en viviendas permanentes”, señaló en un comunicado la Association for Neighborhood & Housing Development.
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