Adi Talwar

Juan Villar, jefe de campaña en Nueva York del partido Alianza País.

Los votantes de República Dominicana y el exterior eligieron el pasado cinco de julio a Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), como el nuevo presidente del país.

Según datos de la Junta Central Electoral (JCE) dominicana, Abinader obtuvo el 52.52 por ciento de votos que lo puso muy por delante del segundo candidato, Gonzalo Castillo, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien obtuvo el 37.46 por ciento de los votos. En tercer lugar quedó el expresidente Leonel Fernnádez, del partido Fuerza del Pueblo (FP) con 8.90 por ciento de votos y en cuarto lugar el candidato Guillermo Moreno del partido Alianza País.

Los tres candidatos con más votos en las elecciones presidenciales tenían como fórmula vicepresidencial a tres mujeres. Raquel Peña, administradora de empresas es la ficha del nuevo presidente. Margarita Cedeño, abogada era la segunda al mando para el candidato del PLD y Sergia Elena Mejía, abogada, la seleccionada en el cargo del partido FP.

El nuevo presidente

Luis Abinader, de 52 años y quien quedó en segundo lugar en esta misma contienda en el 2016, viene de una familia acomodada de empresarios y es hijo del también político dominicano José Rafael Abinader, vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano.

Abinader se graduó de economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, ha vivido por un tiempo en los Estados Unidos y ha estudiado en el Instituto Arthur D. Little de Cambridge, Massachusetts, la Universidad de Harvard y en Dartmouth College en Nuevo Hampshire.

Según Juan Villar, jefe de campaña en Nueva York del partido Alianza País, “la ciudadanía estaba hastiada de 20 años de gobierno del PLD y el señor Luis Abinader, del PRM, pudo servir de catalizador de todas estas simpatías y logró hacer lo imprevisto: la hazaña de ganar en primera vuelta por knockout, fulminante”.

“Es un cambio positivo porque el control del PLD se pasaba de la raya”, dice Estela Vazquez, miembro de 1199 SEIU, uno de los sindicatos de salud más grandes del país y quien además hace parte de la junta directiva de New York Immigration Coalition.

Entre las principales propuestas que marcaron la campaña de Abinader está la lucha contra la corrupción y el propósito de que el procurador general de la república no sea designado por el presidente.

“El Estado no tiene ninguna autoridad moral para actuar sobre la delincuencia sino actúa primero frente a los delincuentes enquistados en el Estado. Por eso somos decididamente partidarios de un sistema judicial independiente e imparcial”, dice su plataforma.

En materia de empleos, se ha fijado la meta de crear unos 600.000 empleos y aspira a mejorar la seguridad ciudadana a través de medidas tanto preventivas como represivas.

“Las expectativas son grandes así como los problemas que enfrentará con esta pandemia”, dice Vazquez.

De acuerdo con Villar, este triunfo presidencial se parece a lo que él vio en la isla en 1978, cuando el gobierno de “Joaquín Balaguer daba máquinas de coser a los dominicanos. Muchas de las personas que trabajan para el estado o que recibían la asistencia social le dieron la espalda por considerarlo caduco en el ejercicio. Ahora, el PLD admitió que recibió $92 millones de Odebrecht y aún admitiéndolo, el poder judicial no lo persiguió”, dice Villar.

Balaguer, quien fue repetidamente acusado de asesinatos y desapariciones de opositores, perdió la presidencia en 1978 y con ello terminó la etapa de los llamados sangrientos doce años de 1966 a 1978.

Voto en el exterior

Los dominicanos que residen en el extranjero superan los 2.3 millones de personas mientras que los que permanecen en la isla son más de 11 millones. En las elecciones generales del 2016, se registraron 384.526 dominicanos en el exterior para votar y para 2020 el número llegó a 595.879. 

De acuerdo con la la JCE dominicana, el mayor porcentaje de votos en el exterior viene de los Estados Unidos con 338, 071 electores (67.49 por ciento), seguido de España con 73,660 (14.71 por ciento) y Puerto Rico, con 31,851 (6.36 por ciento).

En esta elecciones, según la relación general de la JCE, el 91 por ciento de los votos en el exterior fue para el PRM, seguido por un 19 por ciento al PLD y un 14 por ciento de votos fue al al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

En Nueva York específicamente, 30.585 personas (73.93 por ciento), votó por el PRM y tanto el PLM como el PRSC obtuvieron números cercanos: 5.317 personas (12.85 por ciento) votó por el PLD y 4.548 personas (10.99 por ciento) votó por el PRSC.

De acuerdo con Villar, uno de los aprendizajes de esta campaña electoral fue que “la gente vota exclusivamente aferrados a la línea partidaria”. Villar creía que al no estar en la isla, los votantes no tendrían por qué vender el voto,”o que sería un voto más educado y un poco más consciente. En estas elecciones, esa hipótesis fracasó”.

“El proceso de votación en el exterior fue muy accidentado”, dice Luis Mayobanex Rodríguez, quien fue candidato a representante de ultramar al congreso dominicano por Alianza País. “Solo el 22 por ciento de de los votantes en Nueva York votó. Eso predominó. La abstención o ausencia de votación en el exterior se situó alrededor del 78 por ciento”.

Según el consulado general de la República Dominicana en Nueva York, 42.341 dominicanos ejercieron el sufragio para las elecciones presidenciales, es decir el 21.43 por ciento de los 197,516 dominicanos registrados para votar. Esto quiere decir que menos de un tercio de los dominicanos en Nueva York votó.

Varios candidatos presidenciales y expresidentes de la República Dominicana han mantenido relaciones con políticos de la ciudad de Nueva York. Por ejemplo, los ex presidentes dominicanos conservadores como Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Federico Antún Batlle (presidente del partido reformista social cristiano) y ex candidatos como Ramfis Domínguez Trujillo, nieto de Rafael Leónidas Trujillo, el dictador de la República Dominicana han sido recibidos por concejal Rubén Díaz Sr. en el Bronx.

Además, Rudy Giuliani ha realizado trabajos de consultoría para la candidatura presidencial en 2016 y 2019 de Luis Abinader.

Para Vazquez, el impacto que tiene la diáspora dominicana en la economía del país “es significativo. Nosotros ayudamos a mantener la economía del país. Las mayores divisas vienen del turismo y segundo lugar, de los dominicanos en el exterior”.

Especialmente durante la pandemia, reconoce Vazquez, “no conozco dominicano que no haya enviado dinero a la isla durante la pandemia”.