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John McCarten:NYC Council

El sombrero

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La columna de Rubén Díaz Sr. “Lo que debes saber” ha estado en La Voz Internacional, un periódico conservador bilingüe en línea desde 2016. Sus columnas más controvertidas, como la titulada “Contra el matrimonio entre personas del mismo sexo“, registraron miles de vistas, según la presidenta del periódico, Matha Aparicio.

“La columna más leída fue la escrita por la esposa de Díaz Sr., con más de 10.000 visitas”, menciona Aparicio por teléfono. En esta columna, Leslie I. Díaz defendió a su marido afirmando que “Todos estos funcionarios electos y reporteros de noticias [estaban] corriendo en un frenesí como Henny Penny [una referencia a la película Chicken-Little], advirtiendo a todo el mundo ‘El cielo se está cayendo, el cielo se está cayendo’ y todo porque Rubén Díaz Sr. dijo que la comunidad gay tiene el control del concejo de la ciudad”.

La columna salió poco después de que Díaz Sr. dijera en radio en 2019 que el concejo estaba “controlado por la comunidad homosexual”, ignorando los llamados a renunciar a su puesto. Debido a estos comentarios, los concejales acordaron disolver el comité de vehículos de alquiler que Díaz Sr. presidía.

En medio de la pandemia, por ejemplo, en la columna de abril criticó al gobernador Cuomo por no reconocer el poder de Dios para disminuir los casos de coronavirus en Nueva York. “El número ha bajado porque hemos bajado el número. Dios no hizo eso. El destino no hizo eso. Mucho dolor y sufrimiento hizo eso”, dijo Cuomo, a lo que Díaz Sr. respondió que era una blasfemia que “no debe ser tolerada”. Añadió: “No solo deberíamos darnos crédito a nosotros mismos. Hacerlo sería una blasfemia”.

Sus columnas guardan y revelan el pensamiento de Díaz Sr. desde que comenzó a escribirlas como senador estatal en 2012. Desde entonces ha comentado sobre todo, desde las elecciones de moda hasta la política nacional. Estas columnas de Díaz Sr. incluso han llamado la atención del comité de estándares y ética del concejo porque las columnas emanan de la dirección de correo electrónico gubernamental y la suscripción de correo electrónico adjunta a esta.

Lo importante de estas columnas es que han ayudado a Díaz Sr. a mantener su lugar en el radar de los votantes, al punto que su actual campaña para la nominación demócrata en el distrito 15 no tiene un sitio web. No hay ninguna plataforma que destaque sus propuestas o sus logors o los temas que le interesan.

Mucha visibilidad, pocas respuestas

Saltarse todos los debates públicos no parece la manera más efectiva de ganar votantes en una contienda política; sin embargo, esta ha sido la estrategia de Díaz Sr. Su campaña se basa en publicaciones en Twitter y Facebook, fotos y videos que lo capturan haciendo política a la vieja usanza como regalar comida, juguetes y desde que la pandemia del coronavirus golpeó a Nueva York, tapa bocas.

Sus folletos y publicaciones para entregar comida dicen que tienen capacidad para cientos de familias. Algunos de estos mensajes ofrecieron distribuir víveres “para las primeras mil (1.000) familias” como el de la iglesia evangélica La Española, 800 E. 156 St., el 8 de mayo.

En eventos como este, Díaz Sr. se ha beneficiado de aparecer junto a su hijo, Rubén Díaz Jr., el presidente del condado de Bronx. A pesar de que Díaz Jr. no ha respaldado oficialmente a su padre, la pareja se ha visto juntos muchas veces en los últimos días (2, 5 y 6 de junio), donde los dos se tomaron de las manos y oraron (y donde está bastante claro que no mantuvieron la distancia social).

A corto plazo, la estrategia de ser visto con el presidente del municipio más joven y progresista podría ser beneficioso para la campaña de Díaz Sr. Por un lado, ayuda a contrarrestar la percepción de Díaz Sr. como un pastor profundamente conservador, sugiriendo que padre e hijo no son tan diferentes políticamente. 

En mayo, por ejemplo, Díaz Sr. tenía un 80 por ciento de reconocimiento de su nombre entre los votantes del distrito, pero lo que es difícil de diferenciar en esta encuesta es cuánta gente confundió los nombres de padre e hijo. Para añadir a esta confusión, la tarjeta de votación de las primarias del 23 de junio nombrará a Díaz sin el sufijo “Sr.” lo que puede confundir a algunos votantes.

Una vida en la derecha como republicano

Rubén Díaz Sr. entró en la política en 1993, cuando fue confirmado por el concejo de la ciudad como miembro de la junta de revisión de quejas civiles de la policía (CCRB por sus siglas en inglés), donde pronto fue fuertemente criticado por sus comentarios homofóbicos. Su más reciente columna, del 2 de junio, es justamente sobre el CCRB al que cree se le debería permitir investigar la mala conducta de la policía antes de que se promulguen otras reformas policiales.

Díaz Sr. ha apoyado las campañas del republicano Rudy Giuliani para alcalde, George Pataki para gobernador y Rick Lazio para el senado de los Estados Unidos en 2000, y más recientemente ha invitado a Trump a su iglesia y ha dado la bienvenida al senador republicano Ted Cruz al Bronx.

Como concejal de la ciudad, Díaz Sr. ha copatrocinado 22 proyectos de ley, pero ha sido el principal patrocinador de sólo cuatro proyectos de ley promulgados. Para un legislador, eso es una actuación baja. Sin embargo, Díaz Sr. ha sido un jugador estratégico al unirse como copatrocinador de leyes que impactaron la industria de vehículos de alquiler.

Díaz Sr. estuvo en el senado estatal de 2003 a 2017. De 2009 a 2017 (el período cubierto por la base de datos legislativa del senado),  Díaz Sr. solo respaldó cuatro proyectos de ley que se convirtieron en ley.

Cultivando un voto clave

Díaz Sr., que es puertorriqueño, comprendió la creciente importancia del voto dominicano cuando se postuló para el concejo en 2017. Reconoció que hay más dominicanos viviendo en el Bronx que puertorriqueños y desde entonces ha estado trabajando para captar esos votos. 

Como parte de esta estrategia política, Díaz Sr. ha recibido con orgullo a los ex presidentes dominicanos conservadores Leonel Fernández e Hipólito Mejía (quien también ha utilizado insultos antigay durante una estancia en los Estados Unidos), el candidato presidencial dominicano Luis Abinader (para quien Rudy Giuliani realizó trabajos de consultoría para la candidatura presidencial en 2016 y 2019), Federico Antún Batlle (presidente del partido reformista social cristiano), y Ramfis Domínguez Trujillo, nieto de Rafael Leónidas Trujillo, el dictador de la República Dominicana. 

Domínguez Trujillo y Díaz Sr. se han reunido en dos ocasiones en el Bronx en 2017 y 2018. Esta parece ser una relación mutuamente beneficiosa, ya que Domínguez Trujillo se presenta a la presidencia de la República Dominicana bajo el lema político de “mano firme contra la invasión haitiana” y planea construir un muro en la frontera con Haití.

Durante su reunión en 2018, Díaz Sr. se sintió tan honrado que se quitó su icónico sombrero de vaquero, un gesto poco común.

También ha trabajado con pastores dominicanos y con los medios de comunicación dominicanos, a los que se muestra menos reacio a hablar (no respondió a la solicitud de entrevista de City Limits). Además, la coalición de iglesias que dirige, la organización de ministros hispanos de Nueva York, está integrada principalmente por ministros dominicanos.

“La iglesia de la que soy pastor es 95 por ciento dominicana”, dijo Díaz en 2018. “Los dominicanos son la mayor comunidad latina que vive en el condado del Bronx”, reconocía durante esa reunión.

Algunos de los donantes de la campaña de Díaz Sr. también estuvieron en esa larga mesa en la cual recibió a Domínguez Trujillo en 2018. Uno de ellos fue el reverendo Héctor A. Chiesa, un obispo ordenado en la iglesia de Dios y director de radio visión cristiana internacional, que ha donado $2.800 dólares a la campaña de Díaz padre. Como Díaz Sr., Chiesa también tiene una relación con los republicanos donando tanto al partido como a la campaña presidencial de Trump en 2016.

Junto a Chiesa estaba Nicolás Angustia, pastor y obispo de la iglesia menonita United Revival, que también ha donado $2.200 dólares a la campaña de Díaz Sr. Según el New York Times, “más de un tercio de todas las contribuciones detalladas [de Díaz Sr.] -donaciones superiores a $200- provinieron de pastores y ministros colegas”.

La organización del clero hispano de Nueva York, la iglesia cristiana Shalom y la iglesia comunitaria cristiana del vecindario le dieron cada una a Díaz Sr. “regalos de cumpleaños” en 2017 y en 2018, según sus formularios de declaración financiera anual. El valor combinado de estos regalos de cumpleaños oscilaba entre $3.000 y $15.000 dólares al año, lo que significa que podían valer hasta $30.000 dólares en los dos años.

Un escaño repleto de gente

En mayo, Data for Progress encuestó a 323 probables votantes del distrito para tener una mejor idea de la carrera en curso mostrando a Díaz Sr. con una estrecha ventaja (22 por ciento), seguido de cerca por Ritchie Torres (20 por ciento), pero si se considera el margen de error hay un probable empate, añadiendo más incertidumbre en esta carrera que cuenta con un 34 por ciento de probables votantes aún indecisos.

Además de Torres, Díaz Sr. se enfrenta al ex empleado de Serrano Frangell Basora, al asambleísta Michael Blake, a la promotora de viviendas económicas Samelys López, a la ex presidenta del consejo municipal Melissa Mark-Viverito, a la líder de Black Lives Matter Chivona Newsome, al proveedor de servicios para jóvenes Tomás Ramos, al concejal municipal Ydanis Rodríguez y a los candidatos externos Mark Escoffrey-Bey, Julio Pabón y Marlene Tapper.

Ganar las primarias de junio equivale a una elección en el distrito abrumadoramente demócrata. Y las ramificaciones de una victoria de Díaz Sr. la próxima semana podría extenderse mucho más allá del año electoral 2020.

Algunos creen que si Díaz Sr., de 77 años, gana estas elecciones solo cumplirá un mandato y luego dará paso a su hijo para ocupar el escaño en el congreso, creando un nuevo camino hacia el poder para Díaz Jr., quien tiene un mandato limitado como presidente del municipio y a principios de este año terminó su campaña para la alcaldía de 2021.

De hecho, una apuesta en esta carrera es la supervivencia de la última dinastía política que queda en el Bronx. La dinastía Rivera, que una vez tuvo un padre y una hija en la asamblea y un hijo en el concejo, ahora consiste sólo de padre, José Rivera quien está muy lejos de dirigir a los demócratas del Bronx. La familia Espada una vez tuvo un padre en el senado estatal y un hijo en el concejo y ambos resultaron en prisión. La asambleísta Carmen Arroyo, quien  ha repartido comida con Díaz padre e hijo este año, sigue en la legislatura pero su hija María del Carmen Arroyo ya no es concejala.

Por supuesto, los Díaz no son la única familia política activa en el municipio (el hijo del asambleísta Jeffrey Dinowitz, Eric, está buscando un asiento en el concejo), sin embargo lo que está en juego en esta disputa es una silla en el senado que resultaría una herencia familiar más grande.