Elio Cuni

Marlene Peralta

Elio Cuni. un inmigrante Cubano de 67 años que corre el riesgo de ser desalojado de su apartmento de renta regulada de un dormitorio en Harlem.

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Nueva York está envejeciendo rápido. La población de neoyorquinos mayores de 65 años de edad se triplicó entre el 2005 a 2015. Es la primera vez en la historia de la ciudad que esta población sobrepasa el mas de un millón.

“Nuestro informe encontró que los inmigrantes conforman casi la mitad de todos los neoyorquinos mayores en la ciudad y están impulsando prácticamente todo el crecimiento de la población de personas mayores de la ciudad “, dijo Christian González Rivera, investigador para el Center for an Urban Future y principal autor de varios informes, entre ellos el titulado New York’s Older Adult Population is Booming Statewide.

Y eso no es todo. “Esta es solo la segunda vez desde la Segunda Guerra Mundial que en la ciudad el 50 por ciento de las personas mayores son inmigrantes. En ese entonces, casi todos los envejecientes eran procedentes de Europa incluidos una gran cantidad de judíos,” explica el experto. Un 1.4 por ciento de personas mayores son indocumentadas según datos recopilados por la ciudad.

Para el año 2020, los inmigrantes serán la mayoría de la población envejeciente de esta ciudad. Dominicanos, mexicanos y chinos conforman los grupos con mayor crecimiento según destaca González Rivera.

Envejecer en Nueva York, una ciudad tan cara y difícil de navegar, trae muchos retos cuando no se puede trabajar por sufrir problemas de salud, de movilidad entre otros achaques que trae los años. Muchos ancianos no tienen el ingreso suficiente o un núcleo familiar que los apoye.

Si se es latino e inmigrante, los retos son aun mayores, ya que son por lo general los mas viejos, los mas pobres y los menos elegibles para ayudas especialmente si es indocumentado. El informe del Center for an Urban Future señala que los inmigrantes envejecientes tienen un 50 por ciento mas de probabilidad de vivir en la pobreza. Por otro lado, los nacidos en Estados Unidos, incluidos los puertorriqueños, tiene una alta probabilidad de vivir en extrema pobreza según datos del Departamento para Personas Mayores de la ciudad o DFTA por sus siglas en inglés.

Al igual que la gran población de personas mayores en general, muchos Latinos ciudadanos y residentes legales dependen de beneficios de Seguro Social cuya cantidad promedio solo llega a unos $1,400 al mes según las ultimas estadísticas de la Oficina de Seguro Social.

Por otro lado, cabe notar que los inmigrantes indocumentados no son elegibles para programas subsidiados por el gobierno federal, como los cupones de alimentos, vouchers de vivienda, o vivienda pública. El programa Meals on Wheels, el servicio de comida a domicilio para personas mayores, es la excepción ya que este está financiado parcialmente por DFTA, la agencia municipal para personas mayores y por lo tanto el estatus migratorio no importa para ser elegible.*

Navegando retos y recursos en la tercera edad

“Nuestros centros atienden mayormente a mujeres que vienen de una generación donde las mujeres no trabajaban, y esto por lo general es la realidad de todos los ancianos sin importar a que grupo étnico pertenecen,”  dice Maria del Carmen Arroyo, ex concejal quien ahora administra los centros de ancianos de ACACIA, agencia de servicio social fundada por puertorriqueños hace ya mas de 40 años Muchas llegan a sus centros por el almuerzo gratis, por programas de salud, al igual que sus clases de Zumba, Salsa y Tai Chi.

Al igual que en la población neoyorquina en general, problemas con viviendas asequibles es el asunto mas urgente entre personas mayores inmigrantes, seguido por acceso a transporte y a cuidado medico según todos los entrevistados por City Limits.

En el Carver Senior Center en East Harlem uno de los centros de ancianos de ACASIA y uno de mas de 200 financiados por DFTA la agencia municipal enfocada en personas mayores. Allí encontramos a Elio Cuni un inmigrante Cubano de 67 años que corre el riesgo de ser desalojado de su apartmento de renta regulada de un dormitorio en Harlem.  El debe comparecer en corte el mes entrante porque su casero lo acusa de incumpliento de pagos.

Cuni relata que hace unos meses uno de los administradores del edificio le ofreció dinero para que dejara su apartmento. Esa es una de las tácticas mas comunes usadas por caseros en barrios populares o gentrificados, para poder rentar las unidades mucho mas caras. Cuni dice ser solo uno de dos hispanos en el edificio que paga poca renta.

“Mi error fue que yo acepté y caí en su trampa,” relata el hispano mientras mostraba mensajes de texto donde la persona le ofrecía $7,000. Dijo aceptar, a pesar de luego echarse para atrás, por las condiciones tan precarias en la que vive.

El paga solo $623 al mes pero hace mucho dice que si apartamento está infestado de ratones. “Usted sabe lo que es tratar de dormir y a media noche sentir cosquillas de estos animales por todo el cuerpo,” dice. “En todos los años que he vivido ahí no me había quejado, hago los reparos y pinto yo mismo, como hago trabajitos de construcción. El año pasado pasé muchísimo frio cuando supuestamente arreglaban la calefacción.”

Maria Rivera, directora del centro de ancianos Carver le imploró que no cometiera ese error.

“El vino aquí muy alterado cuando me contó lo que iba hacer yo llamé a medio mundo a consultar y le dije que no lo hiciera, que no aceptara ningún dinero y que no firmara nada.” Ya Cuni había tenido dificultad en pagar dos meses de renta, por retrasos en su cheque de seguro social de un poco mas de $500, situación que ahora usa el casero en una Corte de vivienda para desalojarlo del apartamento donde ha vivido desde 1988.

En El Bronx, la trabajadora social Debbie López al frente de el programa geriátrico de la agencia JASA, dice recibir casos similares.

JASA, antes conocida como Asociación Judía de Servicios para los Ancianos (Jewish Association for Services for the Aged) tiene mas de 50 años de existencia y ha visto la población de la tercera edad cambiar en los últimos años por medio de sus 22 centros de ancianos en Bronx Brooklyn Manhattan y Queens. Muchos de sus clientes son provenientes de países como Ecuador, Honduras, y la Republica Dominicana por nombrar algunos.

“Yo nunca he trabajado con tan gran cantidad de población desamparada en programas de salud mental. Tengo una paciente de 79 años que vive actualmente en un refugio y es desgarrador,” dijo.

En 2017 el numero de desamparados de mas de 65 de duplicó a mas de 2,000 mientras la tasa de apartamentos vacantes de $800 o menos era solo de 1.1 por ciento.

El problema es que no hay suficiente viviendas asequibles para todos. La lista de espera está en los miles para apartamentos recién construidos. Por otro lado, López dice que para los ancianos que cuentan con vouchers como ayuda para pagar la renta no son aceptados en todo sitio. Si es es indocumentado ni siquiera califica para estos subsidios.

El programa geriátrico que dirige, según explica lópez, nació hace 3 años precisamente para atender a la población latina de El Bronx, con fondos de Thrive NYC, la iniciativa de la alcaldía liderada por primera dama de la ciudad Chirlane McCray, enfocada en ampliar el acceso a servicios de salud mental.

Dice que otros también llegan con necesidad de ayuda legal para su estatus migratorio, otros dicen no pueden asistir a los programas ofrecidos en sus centros por no contar con dinero para transporte.

La respuesta de la administración del alcalde Bill de Blasio

Según el investigador González Rivera del Center for an Urban Future, “La administración del alcalde Bill de Blasio ha invertido mucho dinero en el Departamento para las Personas Mayores DFTA, revirtiendo así la política del alcalde Bloomberg de rescindir fondos. Sin embargo, la ciudad solo está financiando programas que ya existían, no hay innovación a pesar de los cambios y el incremento de la población de personas mayores,” dice. Es decir, que la inflación y el crecimiento de la población no han estado reflejados en los incrementos presupuestarios según explica el experto.

En Nueva York, los servicios en hospitales y centros de ancianos financiados por la ciudad o con contratos de DFTA están disponibles para todo neoyorquino sin importar su estatus migratorio. De hecho, el alcalde Bill de Blasio incluso anunció recientemente que expandiría cobertura de salud médica a neoyorquinos que no tienen seguro médico o califican para Medicaid, eso incluye a inmigrantes indocumentados. El programa Thrive NY también a expandido acceso a servicios de salud mental para todos sin importar estatus migratorio.

Respecto a la crisis de vivienda asequible, en un comunicado un portavoz del Departamento de Vivienda (HPD por sus siglas en inglés) dijo: Garantizar que las personas mayores de la Ciudad de Nueva York tengan acceso a viviendas que puedan pagar es una prioridad, y bajo esta administración, hemos creado más de 7,700 viviendas asequibles para personas mayores. También proporcionamos una multitud de recursos en muchos idiomas, para que los neoyorquinos de todas las condiciones sociales puedan recibir la ayuda que necesitan para vivir en hogares seguros y asequibles “.

La nueva comisionada de DFTA es latina

Muchos están a la expectativa de la gestión de la nueva comisionada de DFTA, la veterana funcionaria puertorriqueña Lorraine Cortés Vásquez, quien fue nombrada hace solo dos meses por el Alcalde de Blasio. Ella sirvió como Secretaria de Estado durante las administraciones de los gobernadores David Paterson y Eliot Spitzer además de otros cargos importantes.

“Durante toda mi vida he estado comprometida con la diversidad y la inclusión y eso no va a cambiar en el Departamento de Personas Mayores,” dijo en entrevista con City Limits. Dijo además estar consciente de las quejas de la comunidad de personas mayores, que según explica, es muy efectiva en expresarlas durante las vistas públicas anuales u otros eventos que DFTA efectúa durante el año.

Recientemente también ha habido quejas sobre la inequidad que existen en los fondos que reciben los centros de ancianos.

“Una de las cosas que vamos a traer de regreso es el proceso RFP (Convocatorias para subvenciones) para asegúranos que todas las comunidades tengan igual acceso a solicitar los recursos que necesitan. Esta será la primera vez en muchos años que usaremos ese proceso” dice Cortés Vásquez.

Sobre los riesgos de desalojos y falta de viviendas asequibles dijo: “Una cosa que ha funcionado muy bien y que estoy comprometida a seguir es la representación legal contra caseros para evitar el desalojo de personas mayores, esa es una de las cosas que quiero continuar- si podemos mantener a los ancianos en sus hogares es un paso muy importante.”

* Este párrafo fue corregido para informar que Meals on Wheels sirve a los indocumentados.