“Debemos recoger datos para entender cómo la ciudad ha apoyado las solicitudes para los permisos de trabajo, el espíritu empresarial, los programas de formación laboral y el acceso a la atención médica con el fin de identificar las lagunas en nuestros esfuerzos”, dijo la promotora de los proyectos de ley, la concejal Carlina Rivera.
Este artículo se publicó originalmente en inglés el 7 de junio. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.
El Concejo de la ciudad aprobó el jueves dos proyectos de ley para poner en marcha una encuesta económica y de atención médica a inmigrantes y solicitantes de asilo que están bajo el cuidado de la ciudad, y que según la proponente del proyecto, ayudará a los funcionarios a comprender y satisfacer mejor las necesidades de los recién llegados.
En febrero, la concejal Carlina Rivera presentó dos legislaciones para encuestar de forma anónima a los inmigrantes: Intro 84-A recopilará información sobre “habilidades, oportunidades económicas y obstáculos para el desarrollo de la fuerza laboral” que enfrentan los inmigrantes, mientras que Intro 85-A se centrará en las necesidades de salud a largo plazo, incluidas las afecciones crónicas y el acceso a la atención médica.
Desde la primavera de 2022, alrededor de 201.200 migrantes y solicitantes de asilo han llegado a la ciudad de Nueva York y unos 65.000 se encuentran actualmente en el sistema de refugios, donde la mayoría están sujetos a límites de 30 o 60 días. La administración Adams, alegando falta de espacio y recursos, está aplicando ahora normas más estrictas para los migrantes adultos sin hijos que buscan más tiempo en el sistema, lo que los defensores temen que lleve a más personas a dormir en la calle.
“Como líderes electos, debemos ser más proactivos a la hora de ofrecer oportunidades para que las personas salgan del sistema de albergues y vivan en situaciones más permanentes”, dijo Rivera en una rueda de prensa previa a la votación de los proyectos de ley el jueves. Las encuestas, añadió, sentarán “las bases para una respuesta humanitaria más eficaz en el futuro”.
Los proyectos de ley llegan en un momento de cambio de normas en la frontera sur, a raíz de una orden ejecutiva del gobierno de Joe Biden para acelerar las solicitudes de asilo y deportar a quienes no cumplan los requisitos. A nivel local, el alcalde Eric Adams y la gobernadora Kathy Hochul —quien estaba en la Casa Blanca con el presidente Biden durante el anuncio— han apoyado las restricciones fronterizas.
La medida, esperada desde hace meses, pretende reducir el número de inmigrantes que cruzan entre los puertos de entrada al país, por lo que las autoridades locales esperan que disminuya el número de admitidos en los servicios municipales y estatales.
“Esto frenará el flujo, porque de lo contrario, no hay final a la vista. Esto nos da un respiro para gestionar a la gente que tenemos, ayudarles a conseguir los permisos de trabajo”, dijo Hochul durante una entrevista con NY1.
Una de las encuestas exigidas por el proyecto de ley explorará las barreras al desarrollo de la fuerza laboral a las que se enfrentan los inmigrantes. Los defensores de los inmigrantes de países no hispanohablantes, especialmente los del continente africano, han señalado la falta de programas de capacitación en lenguas como el árabe, el francés, el pulaar y el wolof.
El proyecto de ley exige que las encuestas se realicen tanto en los “idiomas designadas para toda la ciudad”, que son los seis idiomas más habladas por los neoyorquinos con un dominio limitado del inglés más los cuatro idiomas más habladas por las poblaciones atendidas por los organismos municipales, como en los “idiomas temporales”, que son los idiomas hablados por las personas recién llegadas a la ciudad e identificadas por la oficina de servicios de idiomas.
No hay ningún coste asociado a estos proyectos de ley, aseguró Rivera. Ambos informes de impacto fiscal confirman que no habría ningún efecto sobre los gastos de la ciudad, ya que la agencia responsable utilizará los recursos existentes para cumplir con los requisitos.
“Tendremos que capacitar a las personas, ya sea para administrar la encuesta o para garantizar que los encuestados sepan cómo realizarla, o para asegurarnos de que la participación es la adecuada, por lo que hay algunos recursos en términos de administración de la participación”, explicó Rivera. “Aparte de esto, creemos que esto es algo que debería formar parte de una rutina normal en términos de cómo la gente pasa por los sistemas de la ciudad”.
Según el proyecto de ley, el alcalde deberá designar una oficina u organismo de la alcaldía que deberá tener listas las encuestas antes del 31 de octubre.
Para finales del mes siguiente, la entidad responsable distribuirá la encuesta a los gestores de casos y al personal in situ de los espacios que atienden la llegada de inmigrantes. Según Rivera, esto incluye el principal centro de acogida de la ciudad en el Hotel Roosevelt, sus Centros de Ayuda y Respuesta de Emergencia Humanitaria (HERRC por sus siglas en inglés), “Respite Centers” (centros de acogida temporal), refugios de emergencia, centros de navegación de recursos para solicitantes de asilo, así como cualquier otra instalación utilizada como refugio por la ciudad fuera de los cinco distritos.
La redacción actual del proyecto de ley no describe un número mínimo o máximo de personas que serán encuestadas ni la duración de las encuestas.
“No tenemos un objetivo, pero cuantos más sean, mejor”, dijo Rivera, añadiendo que el proyecto de ley tiene un lenguaje amplio para incluir a las familias con niños, así como a los adultos solteros y parejas.
Los resultados de las encuestas deberán entregarse al responsable de la entidad municipal encargada antes del 31 de mayo de 2025, y al alcalde y al presidente del Concejo antes del 30 de septiembre de 2025, tras lo cual se publicarán en Internet. Los mismos plazos se mantendrían hasta 2029, o cuando expire el estado de emergencia relacionado con los solicitantes de asilo declarado por el estado de Nueva York —o lo que ocurra primero.
Cuando se le pidió que comentaran de la posible aprobación de ambos proyectos de ley antes de la votación del jueves, la portavoz de la alcaldía, Kayla Mamelak, dijo que la oficina del alcalde revisará la legislación. Tanto el NYC Health + Hospitals (H+H por sus siglas en inglés) como el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad (DOHMH por sus siglas en inglés) remitieron las preguntas a la alcaldía.
Durante una audiencia sobre el presupuesto ejecutivo celebrada en mayo, el Dr. Mitchell Katz, director general de H+H, dijo que la principal necesidad médica de los solicitantes de asilo y migrantes recién llegados era la atención prenatal.
“NYC Health + Hospitals ha establecido una vía para conectar a las mujeres con la atención en NYC Health + Hospitals/Bellevue, que, además de nuestras otras instalaciones, ha ayudado a más de 700 solicitantes de asilo a recibir atención prenatal y dar a luz a bebés sanos”, dice un comunicado publicado recientemente.
Rivera afirma que este tipo de información y datos hace tiempo que deberían haberse recogido.
“Hablando con los organizadores de la comunidad”, dijo Rivera, “he aprendido que debemos recoger datos para entender cómo la ciudad ha apoyado los permisos de trabajo, el espíritu empresarial, los programas de formación laboral y el acceso a la atención médica con el fin de identificar las lagunas en nuestros esfuerzos. Y esperamos que esto sin duda ayude”.
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