Si las elecciones generales de noviembre son como se espera, la legislatura del estado de Nueva York pronto tendrá dos nuevas caras latinas.
Casi un mes exacto se tardaron en dar los resultados definitivos en varios de los escaños que tuvieron lugar el pasado 23 de junio en la ciudad de Nueva York.
Luego de que se contabilizaran todos los votos, dos candidatas latinas, Jessica González-Rojas y Marcela Mitaynes ganaron en Queens y en Brooklyn para representar a los distritos 34 y 51, correspondientemente.
Ambas son jóvenes, ambas tienen historial como defensoras de inmigrantes, ambas desbancaron a demócratas consolidados que llevaban varios términos en la asamblea. Además, las dos han sido organizadoras en sus comunidades y las dos son parte del grupo de nuevos progresistas que ganaron las elecciones primarias en el partido demócrata.
Nuevas perspectivas entre políticos latinos
Jessica González-Rojas, hija de madre puertorriqueña y padre paraguayo, fue la directora ejecutiva del Instituto Nacional de Latinas por la Justicia Reproductiva por más de 12 años, hasta cuando decidió lanzarse a la campaña electoral en 2019.
“Me impulsó ver las elecciones de 2018, cuando AOC [Alexandria Ocasio-Cortez] ganó”, dice González-Rojas por teléfono. “Además ver en mi distrito a Catalina Cruz, Jessica Ramos, latinas poderosas”, agregó refiriéndose a la asambleísta y la senadora de Queens. “Luego de eso, mi comunidad me lo pidió porque había trabajado muchos años por ella”.
La campaña en el distrito 34 de la asamblea del estado de Nueva York, que recoge los barrios de Jackson Heights y Woodside, tenía a cinco candidatos entre los cuales estaba Michael DenDekker, quien había sido electo en 2009 y buscaba una reelección. A pesar de haber recaudado más fondos para su campaña y haber tenido el respaldo de algunos sindicatos, Dekker perdió por una gran ventaja: más de 17 puntos.
Pero como lo resaltó durante la entrevista, el camino a la victoria no fue fácil para González-Rojas. “Como candidata y líder, las mujeres de color se enfrentan muchos obstáculos: nuestro trabajo es invisibilizado. Hubo un oponente que decía que yo era una persona ajena a esta situación y que no vivía en el distrito”, dice González-Rojas.
“Incluso las mujeres blancas desconfiaban”, añade González-Rojas. “Yo estaba preparada para eso, pero fue una desilusión verlo con esta potencia”.
González-Rojas reconoce que la política local, tanto en el estado como en la ciudad de Nueva York, ha venido cambiando en las últimas décadas sumando una mayor representación latina. José Peralta, primer dominicano-americano elegido para el senado de Nueva York, por ejemplo, es uno de los nombres que recuerda González-Rojas quieb “trajo un cambio de poder étnico y representación latina”.
Y es que para González-Rojas han habido varias etapas y cambios dentro de los representantes políticos latinos en Nueva York. En el pasado eran hombres, “muchos de ellos católicos. Ahora hay más mujeres jóvenes. El último cambio es el mayor cambio: más progresistas, luchando por ideas audaces”, dice González-Rojas. “Yo soy extremadamente pro choice (a favor del derecho a decidir), esa es una de las diferencias”.
Uno de los hallazgos más reveladores para González-Rojas de su experiencia trabajando por más de una década en salud reproductiva con latinas es que “incluso a pesar de la religión, la mayoría de las latinas apoyan que un ser querido tenga derechos y no le quieren quitar ese derecho de elegir a otros”, dice González-Rojas.
En este distrito la mayoría de la población es latina, aproximadamente 60 por ciento, muchos de ellos son inmigrantes, aproximadamente 62 por ciento, y más del 88 por ciento de personas son minorías étnicas, así que el tema de migración es central. González-Rojas lo sabe y por eso abogó por el proyecto de ley que se aprobó el pasado 22 de julio que le prohíbe a funcionarios de ICE detener a personas en cortes (S.425A).
“Yo lo quiero expandir para evitar el acceso a hospitales, lugares de servicios sociales, escuelas, centros de transporte, quiero abolir ICE. Esas son algunas de las políticas de acceso equitativo”. Al igual que Marcela Mitaynes, González-Rojas quiere atención médica universal sin importar el estatus migratorio, “eso sería más saludable para todos”, añade.
Además, González-Rojas no quiere repetir el problema de estar demasiado tiempo en la asamblea que le criticó a Michael DenDekker, quien estuvo en el cargo por 11 años. “No quiero estar allí 20 años”, dice González-Rojas. Su plan consiste en mover su agenda por un par de años y luego abrirle paso a otros.
“Realmente creo en la próxima generación. La mayoría de quienes me apoyaron, como voluntarios, no podían votar pero estaban emocionados por estar involucrados en política. Estas personas me animaron ejercitando su fuerza política”, González-Rojas añade, quien dice estar dispuesta a ser mentora de nuevas generaciones de representantes. “Estoy disponible para tomar un café y he apoyado a cientos de latinas en el trabajo que he hecho antes como defensora”.
Su estrategia de aquí a noviembre, cuando se decida quién será el próximo representante en la asamblea de Nueva York por el distrito 34, será “tratar de ser creativa en medio de la pandemia y seguir hablando con los votantes, por ejemplo, en reuniones informales”.
Inspirada en su propio desalojo
Marcela Mitaynes es hija de de inmigrantes y llegó a la ciudad de Nueva York cuando era niña. Se crió en Sunset Park, Brooklyn, que es parte del distrito 51 que ella planea representar ante la asamblea de Nueva York e incluye otros barrios como Red Hook y partes de South Slope, Bay Ridge y Borough Park.
Haber sido desalojada de un apartamento de renta estabilizada fue el detonador para iniciarse en política como organizadora de inquilinos. “Este fue un momento de miedo para mí, sabía que era injusto que alguien pudiera perder su vivienda solo porque el propietario quería obtener más beneficios”, escribe Mitaynes por correo electrónico. En 2006, cambia el propietario y luego de vivir en el mismo apartamento de dos habitaciones desde que tenía cinco años, en seis meses el nuevo propietario saca a la mitad de las familias del edificio.
Después de esta experiencia se convirtió en organizadora en Sunset Park y ayudó a sus vecinos para que conocieran sus derechos y para que conocieran cómo podían defenderse de desalojos.
En 2019 Mitaynes decide entrar en la campaña “porque vi que el establecimiento político no representaba a mi comunidad. A pesar de tener una representación progresista, la gente de mi vecindario seguía siendo desalojada, ICE seguía deportando gente y su vecindario estaba siendo vendido a promotores inmobiliarios”.
Además, Mitaynes sentía que “gente como yo, un ex-inmigrante indocumentado e inquilino, siempre se quedaba fuera de la conversación. Necesitamos a alguien que represente a la comunidad latina luchando por los asuntos que les afectan”.
Su camino a la victoria también tuvo obstáculos. “Como cualquier mujer de color, tuve que lidiar con el racismo y el sexismo”, admite Mitaynes. “La gente automáticamente no me veía como un candidato viable por mi aspecto y mi procedencia. Además, era un reto ser una persona de la clase trabajadora mientras me postulaba para este cargo porque durante gran parte de la campaña todavía trabajaba a tiempo completo”.
La campaña en el distrito 51 de la asamblea del estado de Nueva York tenía a cuatro candidatos entre los cuales estaba Félix Ortiz, quien había sido electo en 1995 y buscaba una reelección. Los resultados de la votación fueron muy cerrados: 34.7 por ciento de los votos fueron para Mitaynes y 32.4 por ciento de los votos fueron para Ortiz.
Mitaynes reconoce que la representación latina a nivel local ha aumentado, sin embargo, pocos luchan por temas como la vivienda, la atención sanitaria o la brutalidad policial, y según ella, “esto se debe a que muchos de nuestros funcionarios electos han perdido contacto con nuestra comunidad y ya no representan los intereses de la clase trabajadora”. Por esta razón, una de las políticas de vivienda que impulsará “es el desalojo por una buena causa (Good Cause Eviction). Esto evitará que miles de personas sean desalojadas arbitrariamente. Además, también debemos evitar que los propietarios intimiden a los inquilinos indocumentados. Como organizadora de inquilinos sé que es común que los propietarios amenacen con llamar a ICE cuando intentan sacar a los inquilinos. Incluso los he visto llegar tan lejos como para hacer que la gente se haga pasar por oficiales de ICE”.
Este sería solo el primer paso de su ambiciosa agenda en temas de inmigración. Adicionalmente quiere el establecimiento de una ciudadanía estatal (state citizenship) para que las personas indocumentadas tengan el derecho a votar en las elecciones locales; quiere aprobar las leyes SWEAT y EMPIRE, que protegerán a los inmigrantes indocumentados de la explotación y el acoso de sus empleadores permitiéndoles presentar denuncias si son maltratados. También quiere aprobar la asistencia médica para todas las personas, independientemente de su estatus migratorio.
Para Mitaynes “es inaceptable” que el estado de Nueva York no creara un fondo de ayuda que incluyera a los inmigrantes indocumentados que quedaron fuera del estímulo federal, por lo que cree que “deberíamos cobrar impuestos a los ricos para poder asignar fondos estatales para ayudar a las familias indocumentadas”.
Mitaynes no tiene ningún oponente en noviembre por lo que su principal objetivo ahora mismo es construir relaciones dentro de la comunidad hablando con toda la gente que pueda en los próximos meses. Y al igual que González-Rojas, Mitaynes está abierta a ayudar a nuevas mujeres y “cree que un montón de mujeres de color deberían presentarse a las elecciones y serían maravillosas funcionarias. Sin embargo, muchas de ellas no se ven a sí mismas como personas que pueden postularse para un cargo. Espero continuar desarrollando nuevos activistas y ayudar a más gente progresista a postularse”.