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CDC

Ilustración tomada de un folleto sobre el rastreo de contactos producido por el centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC).

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Hasta ahora la ciudad de Nueva York ha dependido en gran medida de las medidas de distanciamiento social para controlar la propagación del coronavirus. Una vez que los neoyorquinos que trabajan en sectores no esenciales regresen a sus puestos de trabajo, la ciudad necesitará otra forma de controlar la propagación del virus, especialmente sin una vacuna disponible o un tratamiento comprobado. Por estas razones los expertos en salud pública dicen que el siguiente paso es el rastreo de contactos. 

El lunes, el alcalde Bill de Blasio anunció que la ciudad está contratando 1.000 personas para llevar a cabo el rastreo de contactos. El departamento de salud e higiene mental de la ciudad de Nueva York supervisará a los rastreadores una vez que el fondo para la salud pública de la ciudad de Nueva York, una organización sin fines de lucro, revise y contrate a estos trabajadores 

Para que el rastreo de contactos funcione bien, los funcionarios de la ciudad de Nueva York tendrán que empezar a educar a la gente en este concepto. 

Un proceso de cuatro etapas

Cuatro etapas constituyen la base del rastreo de contactos: identificar todos los casos de personas que contraen la enfermedad. Entrevistar a la persona enferma para averiguar los contactos que estuvieron potencialmente expuestos a la enfermedad. Contactar a las personas que se cree que podrían haber estado expuestas. Comunicarse con la persona que está enferma y sus contactos para asegurarse de que saben cómo afrontar la enfermedad y entienden lo que deben hacer para evitar que la enfermedad se siga propagando.

Los neoyorquinos tendrán que aprender estos fundamentos, incluso si ellos no han aplicado para ser rastreadores de contacto. “Además de las habilidades individuales que [los rastreadores de contactos] van a tener que utilizar, es necesario complementar esta estrategia con muchos mensajes públicos para que la gente sea consciente de que podría recibir una llamada telefónica del departamento de salud”, explica el Dr. Adam Karpati, vicepresidente senior de programas de salud pública de Vital Strategies, quien también trabajó durante 14 años para el departamento de salud e higiene mental de la ciudad. “Solo esto, es todo un desafío, ¿verdad? La idea de que el departamento de salud va a contactar a la gente por teléfono”.

El rastreo de contactos es una herramienta clave que los profesionales de la salud pública han utilizado en los últimos años para combatir la propagación de enfermedades como el VIH, la tuberculosis y el sarampión. Los pasos básicos no son nuevos. 

Sin embargo, aplicar el rastreo de contactos a la crisis del coronavirus en la ciudad de Nueva York y en otros lugares de los Estados Unidos sí conlleva nuevos desafíos. El rastreo de contactos es más efectivo cuando el método se ajusta a la escala y al ritmo necesarios para controlar la propagación de la enfermedad. Controlar la propagación del coronavirus en la ciudad de Nueva York significaría que el rastreo de contactos debe realizarse a una escala nunca antes vista y a un ritmo mucho más rápido que el requerido para otras enfermedades.

Esta será una empresa descomunal, pero Karpati dice que tenemos buenas razones para creer que es posible ampliar el rastreo de contactos de forma rápida y efectiva en la ciudad de Nueva York.

“Sí, se va a mover rápido, pero este es un momento único”, dice Karpati. “Debido a que hay mucho en juego en términos del valor potencial del [rastreo de contactos], eso está empujando a la comunidad en salud pública a hacerlo de forma rápida y muy sensible”.

¿Por qué ahora?

Durante semanas los funcionarios de salud tuvieron que ayudar a la gente a entender qué hacer si pensaban que podían tener el virus. Con limitaciones en las pruebas disponibles y los recursos hospitalarios al límite, los profesionales de la salud y los funcionarios del gobierno de Nueva York tuvieron que lograr un delicado equilibrio entre la identificación de casos de COVID-19 y la preservación de los preciosos recursos médicos para las personas que los necesitaban para sobrevivir. De ahí que el mensaje inicial desalentara a las personas que no estaban muy enfermas a evitar buscarlas pruebas.

Durante el anuncio de rastreo de contactos del lunes, de Blasio mencionó como este acto de equilibrio había sido el foco central durante semanas.

“Cuando vimos trágicamente cómo la enfermedad se propagaba y se extendía… tratábamos de salvar vidas, proteger los hospitales, atender las necesidades más básicas de la gente”, dijo, “pero no podíamos construir toda la red de rastreo de contactos que requerimos para algo de este tamaño”. 

La semana pasada el gobernador Cuomo anticipó los esfuerzos del estado de Nueva York en el rastreo de contactos, anunciando asociaciones con Bloomberg Philanthropies y la universidad Johns Hopkins. Explicó por qué ahora es el momento de dedicar especial atención a la intensificación del rastreo de contactos.

“Los números indican que ya hemos pasado el pico de esta pandemia, y mientras comenzamos nuestro trabajo para reabrir nuestra economía debemos asegurarnos de que lo hacemos de manera que… no se deshaga todo el trabajo y sacrificio que ha costado llegar aquí”, dijo Cuomo. “Una de las piezas más críticas para lograr una nueva normalidad es aumentar las pruebas, pero los estados tienen una segunda gran tarea: reunir un ejército de personas para rastrear a cada persona que dio positivo, averiguar a quiénes contactaron y luego aislar a esas personas”.

La Dra. Crystal Watson, de la escuela de salud pública Bloomberg de la Johns Hopkins, dijo a los periodistas el jueves que una de las cosas que Nueva York necesita hacer “antes de que podamos llegar a la fase dos en la que empezaremos a levantar gradualmente las medidas de distanciamiento social de forma segura” es “ampliar nuestra fuerza de trabajo de salud pública para identificar los casos y rastrear los contactos de cada caso”. 

La idea es que si los rastreadores pueden identificar a los contactos de alguien con COVID-19, pueden instruir a todas esas personas que potencialmente contrajeron el virus para que se aíslen. Los rastreadores de contactos se encargarán de comunicarse con estos contactos y de enlazarlos con lo que necesiten (alimentos de emergencia, un lugar para aislarse sin infectar a los demás, etc.) para que puedan aislarse con seguridad y evitar que infecten a otros. El rastreo de contactos también puede ayudar a los funcionarios de salud a predecir mejor dónde se está propagando el coronavirus, porque probablemente se tendrán datos más precisos sobre los casos de COVID-19.

Abordar los problemas de privacidad

Como se verá el rastreo de contactos en la ciudad de Nueva York aún está en proceso de cambio. Cuando se le preguntó cómo coordinará la ciudad de Nueva York su rastreo de contactos con los esfuerzos del gobierno estatal y otros estados cercanos como Nueva Jersey y Connecticut, un representante del departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York dijo: “La estructura precisa, la división de responsabilidades y cómo todas estas piezas se apoyarán entre sí aún se está desarrollando y cambiará con el brote”.

El limitado énfasis en el rastreo de contactos en información de fuentes oficiales del gobierno durante marzo y la mayor parte de abril ha contribuido a la incertidumbre sobre la forma en que se manejarán los temas de privacidad. 

En marzo, por ejemplo, Singapur anunció que pondría la tecnología de su aplicación TraceTogether a disposición de los desarrolladores de forma gratuita. La cobertura mediática de TraceTogether a menudo identificó esta tecnología como una “aplicación de rastreo de contactos”. Eso planteó problemas de privacidad. Aunque los funcionarios de salud de Singapur dijeron que la aplicación TraceTogether no registra detalles personales como el nombre del usuario o los datos de localización del teléfono, los registros de datos almacenados en forma encriptada pueden descifrarse. 

En Corea del Sur, el gobierno envió alertas de emergencia a los teléfonos celulares de cualquiera que había estado cerca de alguien que había dado positivo en la prueba de COVID-19. Además, BBC News informó en marzo que la gente en Corea del Sur aún podía identificar algunos pacientes con coronavirus a partir de las alertas, a pesar de la omisión de nombres y direcciones. Estas alertas incluían detalles tan específicos como que un paciente contrajo el coronavirus del instructor de una clase de acoso sexual a la que asistía en un distrito en particular. Estas alertas no sólo estaban disponibles para las personas que habían estado cerca; se podía encontrar dicha información en un sitio web del gobierno.

Karpati señala, sin embargo, que las preocupaciones por temas de privacidad asociadas con tecnologías como TraceTogether tienden a centrarse en características que tienen que ver con el rastreo por proximidad. El rastreo por proximidad puede implicar el uso de las señales de Bluetooth para identificar a las personas que se encuentran a corta distancia de alguien que contrajo el coronavirus. 

Si bien los expertos en salud pública coinciden en que el rastreo de contactos será una parte fundamental para reabrir negocios no esenciales y reanudar reuniones en toda la ciudad de Nueva York, el rastreo por proximidad probablemente no será parte del enfoque en los Estados Unidos, especialmente no de inmediato. 

En primer lugar, el Dr. Karpati señala que el rastreo por proximidad puede tener potencial, pero casi todo el mundo tendría que utilizar la misma tecnología para que funcione, porque este método requiere registrar ocurrencias de dos dispositivos cercanos entre sí. 

Además de la tarea hercúleana de asegurar la adopción generalizada de la misma tecnología, habría que resolver importantes asuntos sobre cómo proteger la confidencialidad de los pacientes. Y uno de los principios básicos del rastreo de contactos, dice Karpati, es la confidencialidad. 

El representante del departamento de salud e higiene de la ciudad de Nueva York estuvo de acuerdo, “la privacidad es un pilar del rastreo de contactos… Nuestro trabajo de control de enfermedades, incluyendo el rastreo de contactos, se basa en la protección de la confidencialidad del paciente”. Ella también señaló que esta agencia sigue comprometida con las prácticas de confidencialidad a medida que “amplían esta iniciativa y se diseñan sistemas de datos asociados”.

Por ejemplo, cuando un rastreador de contactos tiene que notificar a alguien que estuvo en contacto con un paciente con coronavirus, no revelará el nombre de la persona que dio positivo, ni dará detalles de identificación que puedan comprometer el anonimato. Cuando el rastreo de contactos funciona correctamente, el rastreador de contactos tendría una lista de contactos que es amplia, que se determina a partir de las entrevistas con los pacientes de COVID-19. Entonces, asumiendo que el rastreador de contactos tiene éxito, los neoyorquinos serían notificados rápidamente si han estado en contacto con un paciente. Mantener la información de identificación confidencial crearía más confianza en el sistema de rastreo de contactos. 

A menos que el gobierno esté dispuesto a hacer cumplir las instrucciones de los rastreadores de contactos, crear confianza es una de las mejores y únicas formas de conseguir que la gente siga la recomendación de cuarentena dada por el rastreador de contactos. 

El rol de la tecnología

El representante del departamento de salud de la ciudad de Nueva York dijo que ellos planean desarrollar sobre la infraestructura existente que ya se ha utilizado en el rastreo de contratos para enfermedades como la tuberculosis y el VIH. El proceso de adaptación y ampliación de la tecnología que utiliza la agencia está actualmente en desarrollo. Aunque no está fuera de discusión que la ciudad de Nueva York incorpore una aplicación u otra herramienta tecnológica destinada al uso público en su enfoque de cara hacia el futuro, aún no ha habido anuncios u otros indicios de un plan para desarrollar una aplicación o adoptar algo similar. 

Dado que los rastreadores de contactos en la ciudad de Nueva York trabajarán de forma remota, tendrán teléfonos y computadores portátiles para realizar su trabajo. En última instancia, Karpati enfatiza que el papel de la tecnología en el rastreo de contactos es “permitir y apoyar este proceso tan humano e íntimo” de involucrarse con los pacientes de coronavirus y sus contactos.

¿Deberían todos los neoyorquinos esperar participar en el rastreo de contactos de alguna forma? El jueves, Emily S. Gurley, epidemióloga de enfermedades infecciosas de la escuela de salud pública Bloomberg, que lidera el esfuerzo de construir un currículo en línea para los rastreadores de contactos en el estado de Nueva York, dijo que “la respuesta simple es sí”.

Gurley dijo: “Eso es porque cualquiera de nosotros podría estar expuesto a alguien que tiene COVID-19, muchos de nosotros ya lo tenemos. Nuestra capacidad para detener esta enfermedad y detener la transmisión requiere de la cooperación de todos”.

Nicole Javorsky es un miembro de Report for America corps. Traducido por Daniel Parra.