La demanda se centra en los nuevos criterios para acceder a los refugios “Safe Haven” (seguros), alegando que dificultan el acceso a esas camas a las personas sin hogar que viven en la calle y discriminan a los inmigrantes recién llegados.

Shelter beds in the Bronx

Adi Talwar

Un refugio Safe Haven para neoyorquinos sin hogar en el Bronx.

Este artículo se publicó originalmente en inglés el 31 de enero. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.

Los defensores de las personas sin hogar han demandado a la ciudad por los nuevos criterios que rigen el acceso a los refugios “Safe Haven” (seguros), instalaciones destinadas a las personas sin hogar que viven en la calle, que suelen ofrecer normas más flexibles y mayor privacidad que los refugios tradicionales.

La demanda, presentada la semana pasada por abogados del Urban Justice Center-Safety Net Project, afirma que la nueva política del Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS por sus siglas en inglés) dificulta el acceso de los neoyorquinos sin hogar a esas camas y discrimina a los inmigrantes recién llegados.

Las normas, que el DHS puso en práctica en septiembre, detallan el proceso de asignación del Joint Command Center (Centro de Mando Conjunto) del departamento, que coordina la adjudicación en albergues con los equipos de ayuda a las personas sin hogar de la ciudad.

Para ser remitido a una cama de estabilización, la persona debe tener un historial de seis meses sin hogar registrado en la base de datos de la ciudad, llamada StreetSmart. Lo mismo aplica a la remisión a un refugio Safe Haven, pero la persona también debe tener documentados problemas significativos de salud mental, enfermedad médica o uso/abuso de sustancias.

Este criterio obliga a “personas vulnerables a languidecer en la calle durante meses antes de poder acceder a un refugio seguro o a una cama de estabilización”, según Kathryn Kliff, abogada del proyecto de derechos de las personas sin hogar de Legal Aid Society. 

“Obligar a las personas sin hogar a pasar por una serie de obstáculos burocráticos innecesarios antes de que se les dé acceso a un refugio Safe Haven es cruel, regresivo y —especialmente en los gélidos meses de invierno— extremadamente peligroso”, dijo Kliff en un comunicado. 

La política también dice que los equipos de divulgación deben dirigir a los inmigrantes que se encuentren sin hogar en la calle a “un centro de admisión designado para solicitantes de asilo de la ciudad de Nueva York”. Esto, según la demanda, equivale a “impedirles sistemáticamente el ingreso en un refugio Safe Haven o en una cama de estabilización”.

Esto agravará las dificultades existentes, afirman los defensores. Los inmigrantes y solicitantes de asilo recién llegados, decenas de miles de los cuales han llegado a la ciudad de Nueva York en los últimos dos años, ya están sujetos a límites de tiempo de acogida de 30 y 60 días

“Estamos estudiando la demanda en este momento, pero no podemos hacer comentarios sobre litigios en curso”, dijo en un correo electrónico un portavoz del Departamento de Servicios Sociales de la ciudad, que supervisa el DHS. Pero la agencia señaló la reciente inversión de $650 millones de dólares de la ciudad en programas para personas sin hogar en la calle, incluyendo uno que ofrece un lugar para quedarse después de salir del hospital de tratamiento por problemas de salud mental.

El alcalde Eric Adams dijo que también añadirá 900 nuevas camas a la red existente de refugios Safe Haven que cuenta con unas 4.000. La administración dice que ha colocado a más de 2.800 neoyorquinos en viviendas permanentes desde que Adams asumió el cargo en 2022.

Pero exigir a las personas que tengan un historial documentado en la base de datos de la ciudad excluirá a muchos que necesitan esas camas, dicen los defensores. 

“La mayoría de las interacciones con personas sin hogar no están documentadas en las bases de datos municipales, y muchas personas sin hogar que llevan mucho tiempo en la calle no tendrían un ‘historial’ y su estado de salud no estaría documentado en las bases de datos municipales”, afirma Safety Net Project en un comunicado de prensa en el que anuncia la demanda.

“Hay gente que lleva años en la calle”, afirma Eduardo Ventura, cliente y organizador del Safety Net Project. Actualmente se aloja en un refugio Safe Haven, y afirma que lo prefiere a los refugios tradicionales porque tiene su propia habitación. Los entornos de grupo más abarrotados, con gente “peleándose entre sí en una habitación”, no son un camino eficaz hacia la estabilidad en la vivienda, añadió.

“Si tienes habitaciones individuales, es mejor tratar a cada persona de forma diferente y personal, una por una, para saber realmente lo que necesitan”, afirmó.

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