A medida que se acerca la fecha límite del presupuesto del estado, los legisladores demócratas de Queens están en desacuerdo sobre si se debe incluir una vía para legalizar los apartamentos en sótanos y subterráneos de la ciudad.
Este artículo apareció originalmente en inglés. Translated by Daniel Parra.
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En Diversity Plaza en Jackson Heights el asambleísta de Manhattan, Harvey Epstein, instó a los partidarios de la legalización de los apartamentos en sótanos y subterráneos a llamar a sus colegas reacios de Queens.
“Todos te necesitamos. Necesitamos que estés aquí. Necesitamos que presiones”, dijo Epstein. “Porque Queens es el lugar donde va a suceder. Y lo haremos aquí en Queens o no se hará por culpa de Queens”.
Epstein es copatrocinador, junto con el presidente del comité de vivienda del Senado, Brian Kavanagh, de una legislación que despejaría el camino para que la ciudad de Nueva York regule los apartamentos en sótanos y subterráneos donde los neoyorquinos ya viven, a menudo ilegalmente.
Aunque la gobernadora Kathy Hochul respaldó un camino más estrecho hacia la legalización en su propuesta de presupuesto al incluir únicamenten sótanos, el Senado y la Asamblea rechazaron todo el concepto en resoluciones que sentaron las bases para las negociaciones finales.
Sin embargo, Kavanagh y Epstein siguen insistiendo en el tema y presentaron una versión revisada de su proyecto de ley con el que esperan apaciguar a los críticos, incluidos otros demócratas de Queens.
Durante 15 años, los defensores de la coalición Basement Apartments Safe for Everyone (BASE por sus siglas en inglés) han argumentado que la regulación protegerá a miles de inquilinos en sótanos y subterráneos de las órdenes de desalojo de la ciudad y creará estándares de seguridad uniformes. Las inundaciones fatales durante el huracán Ida trajeron una nueva urgencia: de los seis apartamentos subterráneos donde murió gente, cuatro estaban en Queens.
Debido a que muchos sótanos y subterráneos no están regulados, estos apartamentos son difíciles de rastrear. Sin embargo, un análisis de 2021 realizado por el Pratt Center for Community Development en colaboración con BASE estimó que alrededor de 30.395 apartamentos concentrados en ocho distritos comunitarios no se reflejan en los registros de construcción de la ciudad, incluidos unos 9.000 en Queens.
Claudia, una inquilina que vive en un sótano hace siete años y madre de cinco, dijo que su arrendador está tomando represalias contra ella por exigir reparaciones y ahora tiene miedo de mudarse a un refugio para personas sin hogar.
“La mayoría que vivimos en basement somos gente migrante, trabajadora, y pues no nos dicen que es un basement ilegal”, dijo ella. “Logramos rentar un cuarto digno para nuestros hijos y ¿qué pasa? Exiges derecho, como todo ser humano que merecemos”.
El asambleísta de Queens, Steve Raga, también se dirigió a la multitud, exigiendo acción en el presupuesto. “Crecí en un apartamento en un sótano”, dijo. “Ese era el único lugar que mi madre y yo podíamos permitirnos vivir: un apartamento en un sótano en Queens”.
Sin embargo, otro mítin celebrado ese mismo día en Kew Gardens, a pocas paradas al sureste, puso de manifiesto el arraigado conflicto que existe entre los legisladores demócratas del distrito en torno a los apartamentos en sótanos y subterráneos.
El senador Leroy Comrie condenó la legalización de sótanos fuera de Queens Borough Hall, junto con miembros de Statewide Alliance Vs. Elimination of 1-Family Zoning in New York, un grupo que se organiza contra el “pacto de vivienda” propuesto por Hochul, que fijaría objetivos de crecimiento en todo el estado.
“No hay razón para que legalicemos algo que sabemos que es ilegal, que ya ha causado muertes, sólo porque unos desafortunados agentes inmobiliarios le vendieron a la gente que podían alquilar sus sótanos; no podemos permitir que continúe esta ilegalidad”, declaró Comrie.
El residente del sudeste de Queens, Michael Scotland, dijo a City Limits en la manifestación que los apartamentos en sótanos podrían ejercer presión sobre el estacionamiento en la calle y el sistema de alcantarillado local. “Desde una perspectiva de densidad, ahora estás [convirtiendo] una casa unifamiliar en una casa para dos familias”, dijo.
Las preocupaciones sobre viviendas más densas en el este de Queens surgieron una y otra vez, ya que los oradores también condenaron la propuesta de Hochul de permitir más construcciones residenciales alrededor de las estaciones de tren y un incentivo fiscal para unidades de vivienda accesoria, o pequeños apartamentos en lotes unifamiliares.
“No queremos tener los garajes como casas, no queremos tener casas en nuestros patios traseros”, dijo William Scarborough, exasambleísta de Queens y ahora presidente de la organización cívica de Addisleigh Park. “No nos mudamos a estas comunidades para tener 10 unidades donde hay una casa”.
La senadora de Queens, Toby Ann Stavisky, no estuvo presente, pero le dijo a City Limits a principios de este mes que cree que la legalización crearía “problemas serios”.
La Resolución de Zonificación de la ciudad de Nueva York y la Ley de Viviendas Múltiples del estado categorizan los sótanos como aquellos que quedan al menos la mitad por encima del nivel de la acera, mientras que los apartamentos subterráneos están a una mayor profundidad, al menos la mitad por debajo de la acera. “Obviamente, el subterráneo es mucho más peligroso, pero el sótano también lo es”, afirma Stavisky.
La Coalición BASE ha argumentado que los sótanos y subterráneos pueden ser indistinguibles, y que legalizar los primeros y no los segundos sería innecesariamente complicado. La administración del alcalde Eric Adams también ha respaldado la legalización de ambos.
“Hay pocas cuestiones más críticas que darle a la ciudad la autoridad para crear sótanos y subterráneos seguros y legales”, dijo la directora de vivienda de Adams, Jessica Katz, en la manifestación a favor de la legalización en Jackson Heights.
El Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD por sus siglas en inglés) de la ciudad ha respaldado el proyecto de ley revisado de Epstein y Kavanagh, que incluye un lenguaje más detallado que amplía la capacidad de la agencia para otorgar préstamos y subvenciones a los propietarios de viviendas.
“Con la capacidad de respaldar financieramente el tipo de trabajo que necesitan los apartamentos en sótanos y subterráneos, podríamos convertir nuestras situaciones inseguras actuales en departamentos legales y seguros”, declaró William Fowler, vocero del HPD.
La Coalición BASE también apoya el nuevo lenguaje del proyecto de ley de Epstein y Kavanagh, dijo Sylvia Morse, gerente de programas de políticas en el Pratt Center for Community Development.
“Confiamos en que proporcionará alivio en la mayoría de los casos, aunque es más limitado de lo que esperábamos”, dijo.
El proyecto de ley revisado también pide a la ciudad que establezca “protecciones contra el desalojo y limitaciones en los aumentos de alquiler”, basándose en el lenguaje anterior que establece que los inquilinos en unidades ilegales existentes tendrían derecho a regresar después de la renovación.
“Si tienes un apartamento que es deficiente e ilegal, y vas a hacerlo legal y a poner algo de dinero en ello, no quieres que el resultado de eso sea que encuentren un inquilino que pueda pagar más dinero”, dijo Kavanagh a City Limits.
Queda por ver si la legalización de sótanos y subterráneos acabará en los presupuestos del estado. Kavanagh señaló que podría ser viable más adelante en la sesión legislativa, ya que no depende de la financiación estatal.
Pero Epstein dijo que está centrado en lograr un acuerdo presupuestario, pues teme que se pierda el impulso. “Después del presupuesto, habremos hecho mucho en materia de vivienda y la gente podría estar un poco harta de temas de vivienda”, dijo.