Los aumentos de las tarifas para el millón de apartamentos con renta estabilizada de la ciudad son menos de lo que los propietarios han exigido, citando el incremento de los costos. Pero inquilinos y defensores de vivienda, que piden que se congelen los alquileres, dicen que la subida de la renta empeorará la crisis de desalojos en la ciudad.
Este artículo originalmente fue publicado el 6 de mayo de 2022. Traducido por Ana Teresa Solá Rivière. Read the original article in English here.
La Junta de Directrices sobre Alquileres de la ciudad de Nueva York votó el jueves por la noche para aumentar los alquileres para el cerca de un millón de apartamentos de renta estabilizada de la ciudad, proponiendo subidas del 2 al 4 por ciento para los contratos de un año y del 4 al 6 por ciento para los contratos de dos años.
Las tarifas son más bajas de lo que los propietarios han exigido, alegando el aumento del costo de vida. Sin embargo, inquilinos y defensores piden que se congelen los alquileres y dicen que la subida de la renta empeorará la crisis de desalojos y de vivienda asequible de la ciudad. En junio se celebrará una votación final y vinculante sobre el plan y los neoyorquinos tendrán la oportunidad de opinar sobre los cambios en dos audiencias públicas en mayo.
La Junta de Directrices sobre Alquileres (RGB por sus siglas en inglés), cuyos nueve miembros son nombrados por el alcalde, ha fijado las tarifas anuales para los apartamentos de renta estabilizada de la ciudad desde 1968, y durante décadas impuso algún tipo de aumento, con subidas que oscilaron entre el 1 y el 10 por ciento en los años transcurridos desde su lanzamiento y 2015, de acuerdo con un recuento anterior de City Limits.
Bajo el alcalde Bill de Blasio, la junta adoptó un enfoque más amigable con los inquilinos, imponiendo una congelación de alquileres sin precedentes por primera vez en 2015-2016 y otras dos veces durante su mandato. La junta impuso aumentos más modestos en otras cuatro ocasiones bajo la administración anterior. El año pasado, el RGB votó a favor de congelar los alquileres durante seis meses antes de permitir un aumento del 1,5% en los contratos de un año a partir del 1 de abril. Los contratos de dos años experimentaron un aumento del 2,5%.
Desde que asumió el cargo, el alcalde Eric Adams ha nombrado a tres miembros para ocupar los puestos vacantes en la junta, entre ellos un abogado de propietarios, un autodenominado escéptico del control de los alquileres y un abogado especializado en vivienda del Legal Aid Society. La composición de la junta está pensada para repartirse entre diferentes grupos de interés, con dos miembros que representan a los inquilinos, dos a los propietarios y cinco miembros “designados para representar al público en general”.
Las tarifas que la junta votó para considerar el jueves eran un punto medio entre lo que sus miembros inquilinos y propietarios habían propuesto: los dos miembros propietarios de la junta pidieron aumentos de alquiler de hasta el 6,5 por ciento en los contratos de un año y el 8,5 por ciento en los contratos de dos años, mientras que los dos representantes de los inquilinos propusieron aumentos de no más del 1 por ciento y el 1.5 por ciento, respectivamente.
Sin embargo, ninguna de las dos partes parecía estar satisfecha con las tarifas que la junta acordó en su votación preliminar del jueves. En una declaración, Joseph Strasburg, presidente de la Rent Stabilization Association que representa a los propietarios, dijo que los números “han demostrado nuestro mayor temor: que el RGB sigue creyendo que su deber es operar únicamente como un programa de asequibilidad para los inquilinos”.
Strasburg citó “los aumentos de la inflación, los impuestos sobre la propiedad, las facturas de agua y el aceite de calefacción y otros gastos de funcionamiento”, así como los “millones de dólares en alquileres sin pagar” que se acumularon durante la pandemia del COVID-19.
“Tenemos que autorizar un aumento de los alquileres que esté a la altura de estos costes, para que los proveedores de vivienda tengan la capacidad de mantener sus edificios y asegurarse de que los edificios son seguros”, dijo Christina Smyth, uno de los miembros del RGB que representa a los propietarios.
Pero los inquilinos y los defensores de vivienda dicen que las subidas del 2 al 4 por ciento podrían tener consecuencias devastadoras para aproximadamente dos millones de neoyorquinos que viven en unidades de renta estabilizada.
“Los inquilinos siguen luchando por sobrevivir. Los propietarios de edificios de alquiler regulado han obtenido beneficios récord. Muchas personas y propietarios pretenden que esto no es cierto”, dijo Sheila García, una de las dos representantes de inquilinos en la junta.
Los propietarios compraron unos 777 edificios de alquiler de renta estabilizada en 2021, señaló. “En plena pandemia, estaban comprando propiedades. Lo que significa que vieron una oportunidad para una inversión lucrativa”, dijo.
García acudió a la reunión desde el Bronx, donde estaba rodeada de inquilinos con carteles que pedían a la junta que redujera los alquileres en lugar de aumentarlos.
“Sólo quiero asegurarme de que se escuche el sentimiento de esta sala”, dijo. “La gente está sugiriendo que tal vez cuando sean desalojados, puedan venir a vivir con algunos de los miembros de la junta que están imponiendo estos aumentos, porque ese 2 por ciento como mínimo sería devastador para la mayoría de la gente en esta sala”.
Los defensores de inquilinos afirman que las subidas empeorarán la actual crisis de vivienda en la ciudad, donde los residentes aún sienten el impacto de la pandemia y la tasa de desempleo local es una de las más altas del país. Los casos judiciales en materia de vivienda vuelven a acumularse tras el fin de la moratoria de desalojos a principios de año, y los alquileres de los apartamentos a precio de mercado van en aumento. Casi 50.000 neoyorquinos duermen cada noche en el sistema de refugios para personas sin hogar de la ciudad.
En un comunicado, el alcalde Adams dijo que “era bueno que la junta optara por un aumento más bajo” que el aumento de casi el 9 por ciento que sus miembros propietarios habían propuesto.
“Pero si los alquileres y otros costos de vida van a subir con la inflación y otras cuestiones económicas, entonces también debe hacerlo el apoyo del gobierno, que es la razón por la que he estado luchando por un programa de bonos de vivienda más generoso, un crédito fiscal por ingresos ganados más robusto, y por inversiones significativas en el cuidado de los niños”, dijo en su declaración.
El RGB celebrará dos audiencias públicas el mes que viene para recabar opiniones sobre las tarifas propuestas antes de una votación final en junio. Si se aprueban, las nuevas normas afectarán a los arriendos y entrarán en rigor a partir del 1 de octubre hasta el 30 de septiembre de 2023.
Las audiencias públicas tendrán lugar de la siguiente manera:
- El lunes 13 de junio en el Centro de Artes Escénicas de Jamaica, en Queens, de 5 p.m. a 9 p.m.
- Miércoles, 15 de junio en el teatro principal de Hostos Community College en el Bronx de 4 p.m. a 9 p.m.