La conducción, el ciclismo y el uso de autobuses se han recuperado un poco desde los dos primeros meses de la pandemia, pero el número de pasajeros del metro y de los trenes de cercanías sigue siendo bajo.
Esta historia apareció originalmente en inglés. Traducción de Daniel Parra.
A medida que la ciudad de Nueva York continúa reabriendo, cada vez más residentes atraviesan los distritos y muchos de ellos están utilizando automóviles para hacerlo, dijeron el jueves los defensores del transporte. Advirtien un próximo “auto-armagedón” que traerá un aumento de congestión, contaminación y accidentes en las calles de la ciudad si la tendencia continúa, especialmente con las escuelas que están programadas para reabrir a finales de este mes.
El grupo de defensa de Alternativas de Transporte (Transportation Alternatives) analizó varias mediciones de tránsito y descubrió que el uso del auto, la bicicleta y el autobús se ha recuperado un poco desde los dos primeros meses de la pandemia, pero el número de pasajeros del metro y del ferrocarril suburbano sigue siendo bajo. El número de pasajeros de los autobuses de MTA, que disminuyó en un 78 por ciento durante marzo y abril, está ahora 35 por ciento por debajo de como estaba antes de la pandemia. El número de pasajeros del metro, sin embargo, se redujo en un 74 por ciento en agosto.
“Parece que los neoyorquinos ‘post-pandemia’ confían en el potencial del autobús sobre el suelo y con las ventanas abiertas en mayor medida que en el metro”, según las conclusiones del grupo.
El grupo Alternativas de Transporte también analizó los datos de Apple Maps, donde encontró un aumento del 27 por ciento en los neoyorquinos que buscaban indicaciones para llegar a la ciudad cuando ésta reabrió, mientras que las solicitudes de mapas de caminatas y transporte público disminuyeron. También, el número de multas emitidas a los conductores por las cámaras de seguridad de la ciudad aumentó en un 67 por ciento entre febrero y agosto, lo que hace temer un aumento de los accidentes de tráfico.
Por otro lado la pandemia ha estimulado a más neoyorquinos a montar en bicicleta. El promedio de bicicletas que cruzan los puentes del East River en días laborables aumentó un 23 por ciento en agosto en comparación con el año anterior, y el número de ciclistas de Citi Bike también aumentó el mes pasado.
Con este panorama, los defensores dicen que la ciudad debe actuar ahora para frenar el número de neoyorquinos que eligen los coches en lugar del transporte público. Varios grupos de transporte que formaban parte del Consejo Asesor de Transporte de Superficie (Surface Transportation Advisory Council) del alcalde Bill de Blasio —convocados esta primavera para “proporcionar orientación para dar forma a la respuesta de la ciudad a la pandemia de COVID-19″— escribieron una carta al alcalde el martes en la que le imploraban que implementara más de las recomendaciones que publicaron en junio. Entre ellas se incluía un llamamiento a la ciudad para que añadiera 40 millas de carriles de autobuses de emergencia antes del final del verano y ampliara la red de carriles para bicicletas protegidos en la ciudad.
El jueves, Scott Stringer, contralor de la ciudad, pidió que se animara a más estudiantes a ir en bicicleta a la escuela este otoño, ya que la capacidad de los autobuses escolares amarillos se está reduciendo para cumplir con las normas de distanciamiento social en los autobuses, lo que suscita la preocupación por el aumento del tráfico de coches de las familias que llevan a sus hijos a la escuela.
Stringer está pidiendo a la ciudad que construya 1.5 millas de carriles bici protegidos alrededor de 50 edificios de secundaria en el próximo año, y que proporcione bicicletas gratuitas o membresías de Citi Bike a los estudiantes de secundaria de bajos ingresos del sector público.
“Reimaginar nuestras calles no es un trabajo que podamos posponer hasta después de la pandemia”, dijo Stringer en un comunicado.