El programa “Promise NYC” tiene la intención de ayudar a las familias inmigrantes cuyo estatus migratorio las hace inelegibles para asistencia de cuidado infantil financiada por el gobierno federal. Pero este programa, que planea llegar a 600 niños, está programado para terminar en junio. “La verdad no sé qué voy a hacer”, dijo una madre soltera con un hijo de 7 meses que hace parte del programa.

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Este artículo apareció originalmente en inglés. Translated by Daniel Parra.
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Marilesis, una madre soltera con un bebé de 1 año, llegó a la ciudad de Nueva York en diciembre desde la frontera sur, pocos días después de que la ciudad lanzara un programa de cuidado infantil subsidiado para familias indocumentadas de bajos ingresos llamado “Promise NYC”.

En enero, ella encontró trabajo limpiando casas, pero pidió que le dieran unos días hasta que su solicitud para el programa fuera aprobada. Un par de días después, estaba dejando a su bebé por primera vez en una guardería en el Bronx, cerca de donde empezaba a trabajar.


“No podía hacer ningún trabajo antes” de entrar al programa, dijo Marilesis, de 29 años. “Es complicado. No tenía con quién dejar a mi bebe, ni dónde hacerlo”.

Para muchas familias indocumentadas acceder a cuidado infantil es clave para que los padres ingresen a la fuerza laboral y aumenten la cantidad de horas que pueden trabajar una vez que lo encuentran.

El programa “Promise NYC” tiene la intención de ayudar a las familias inmigrantes cuyo estatus migratorio las hace inelegibles para las asistencias de cuidado infantil financiadas por el gobierno federal. Pero este programa, que planea llegar a 600 niños, está programado para terminar en junio, lo que deja a algunos participantes luchando por encontrar opciones asequibles para el verano.

El final del servicio podría tener un mayor impacto en los padres con hijos que no están en edad escolar, quienes son demasiado pequeños para participar en Summer Rising, el programa gratuito de enriquecimiento académico de la ciudad para los grados K-8. El costo del cuidado de un niño menor de tres años en la ciudad de Nueva York ronda los $18.746 al año, según estimaciones anteriores de la oficina del Contralor.

Todavía no está claro si la ciudad extenderá “Promise NYC” para que funcione durante todo el próximo año, dijeron a City Limits varios miembros del concejo y operadores del programa. Las negociaciones presupuestarias aún se están llevando a cabo y los legisladores tienen hasta fines de junio para aprobar un plan final de gastos para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio.

“La verdad no sé qué voy a hacer”, dijo otra madre, Susangela, cuyo hijo de 7 meses está inscrito en el programa. Al igual que otros participantes entrevistados, le pidió a City Limits que solo usara su nombre por razones de privacidad.

“Será dejar de trabajar, porque si no puedo cuidar de él entonces ¿quién? O buscar alguien que me lo cuide pero cobran mucho.[O] tendría que irme a un shelter”, agregó Susangela, quien trabaja en un salón. “Verano es la temporada más movida en los salones de belleza”.

Susangela, 31, paga $1.100 dólares de alquiler mensual por una habitación. Sus ingresos aumentaron en un 50 por ciento gracias al programa porque ahora puede trabajar a tiempo completo en un salón de belleza, hacer servicios de uñas a domicilio e incluso limpiar casas los fines de semana.

Decenas de miles de solicitantes de asilo han llegado a Nueva York durante el último año, incluidos 14.000 niños que se han matriculado en las escuelas de la ciudad. Defensores estiman que cerca del 40 por ciento de todos los niños inmigrantes recién llegados a la ciudad tienen menos de 5 años.

Clarena, una madre soltera de 25 años que vive en un refugio para personas sin hogar, dijo que su hijo de dos años ahora habla más después de ingresar a la guardería a través de “Promise NYC”, y ahora habla inglés casi todo el tiempo. “Ha beneficiado la libertad de mi niño”, dijo ella.

“‘Él era un niño bastante inquieto. En el shelter pasamos encerrados en el cuarto”, explicó. “Ahora está más tranquilo y ha aprendido a relacionarse con otros. Se está aprendiendo las canciones que yo le ponía. Habla mucho más, antes tenía retraso en el lenguaje”.

Tanto los defensores como las organizaciones comunitarias contratadas por la ciudad para ofrecer servicios para el programa “Promise NYC” argumentaron que suspender el programa después de sólo seis meses sería profundamente perturbador para las familias y la corta estabilidad que ayudó a traer. En marzo, más de 60 organizaciones pidieron al alcalde que extienda los fondos para “Promise NYC” y varios otros programas cuyos fondos de la ciudad vencen en junio.

“Hemos estado en conversaciones con la administración para explorar la posibilidad de extender el programa al nuevo año fiscal. De momento no tenemos más información sobre la situación del programa más allá de su fin previsto”, dijo Alice Du, directora de comunicaciones del Chinese American Planning Council (CPC por sus siglas en inglés), que ha manejado a los solicitantes que residen en Queens.

“Recibimos múltiples consultas todos los días y hemos establecido una lista de espera para aquellos que estén interesados ​​​​en presentar una solicitud”, agregó Du.

Al 30 de marzo la organización tenía una lista de espera de más de 400 solicitantes. El Center for Family Life, que implementó la iniciativa en Brooklyn, tiene más de 100 familias en su lista de espera.

“Si no continuamos con el programa, pondrán a los niños en las calles, tomarán a un grupo de niños y los volverán a poner en situaciones en las que tengan que acompañar a sus padres al trabajo”, dijo Julia Jean-Francois, codirectora de Center for Family Life. “Esta fue la primera vez que las familias enviaron a sus hijos a una escuela de educación temprana”.

Para las familias con niños en edad escolar el verano no parece tan desalentador ya que el programa Summer Rising de la ciudad ofrecerá apoyo académico para niños de 5 años en adelante.

Pero aún hay desafíos.

Evelyn, de 30 años, lleva a su hija de 7 años a la guardería después de que terminan sus clases a las 2 p.m. Al final de la jornada laboral ella, o su marido que trabaja en una barbería, la recogen. Dice que en los siete meses que lleva en la ciudad no ha encontrado un trabajo de medio tiempo que le permita salir temprano en la tarde a recoger a su hija, por lo que no sabe qué hará en el verano porque acaba de conseguir un trabajo de tiempo completo limpiando oficinas.

El 31 de marzo, la alcaldía anunció detalles para el programa Summer Rising de verano de 2023, que tendrá asientos para 110.000 niños. Este año no habrá un proceso de inscripción por orden de llegada, sino que la aplicación estará abierta por un período (del 17 de abril al 1 de mayo), para evitar lo visto el año pasado cuando los espacios disponibles se llenaron rápidamente. 

La ciudad dará prioridad a la inscripción de estudiantes en viviendas temporales, estudiantes obligados a asistir a la escuela durante 12 meses en sus programas de educación individualizados o IEP por sus siglas en inglés, y aquellos “con una conexión local con el programa de una organización o una comunidad escolar”.

Sin embargo, los defensores de inmigrantes se quejaron porque los solicitantes de asilo que viven en viviendas temporales o en centros humanitarios de emergencias humanitarias y socorro, o HERRC por sus siglas en inglés, no tendrán su propia asignación reservada y serán incluidos en la categoría de prioridad para estudiantes en viviendas temporales.

Andrea Ortiz, directora de políticas educativas de la New York Immigration Coalition, dijo que la ciudad debería lanzar un plan de divulgación para garantizar que las familias de los inmigrantes recién llegados, así como los grupos históricamente marginados, puedan participar en mayor medida.

De las seis familias inmigrantes con niños en edad escolar con las que habló City Limits para este artículo, ninguna conocía del programa Summer Rising, y dijo que ni los refugios ni las escuelas les habían informado al respecto.