El aumento se produce a pesar de una disminución en el número estimado de nuevas infecciones en general, que se redujo en un 17 por ciento. Los neoyorquinos latinos representaron el 42 por ciento de los nuevos casos diagnosticados en la ciudad en 2023, mientras que los neoyorquinos negros representaron el 41 por ciento.
Este artículo se publicó originalmente en inglés el 10 de diciembre. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.
La semana pasada, la alcaldía publicó su Informe Anual de Vigilancia del VIH para 2023, que muestra no solo un aumento en el número de nuevos diagnósticos, sino también el mayor número de nuevos diagnósticos desde 2019, según los datos del Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH por sus siglas en inglés) de la ciudad de Nueva York.
El año pasado, 1686 personas fueron diagnosticadas por primera vez con VIH en la ciudad de Nueva York, un aumento del 7.6 por ciento frente a 2022. Los neoyorquinos latinos representaron el 42 por ciento de los nuevos diagnósticos, mientras que los neoyorquinos negros representaron el 41 por ciento.
Un portavoz del DOHMH dijo que no era posible decir de manera concluyente qué condujo al repunte basándose solo en los datos. La agencia observó una disparidad entre los nuevos diagnósticos, que aumentaron, y las nuevas infecciones según las estimaciones, que disminuyeron en un 17 por ciento, de 1.347 en 2022 a 1.122 en 2023. Las cifras sugieren “que se diagnosticaron más infecciones existentes”, dice el informe.
“El aumento de los nuevos diagnósticos puede estar relacionado con el aumento de la participación en las pruebas del VIH y atención de la salud sexual, tanto entre las personas que no habían participado previamente en el cuidado de la salud desde hace algún tiempo como resultado del COVID-19 y nuestros esfuerzos por responder, como entre las personas que por primera vez se realizan las pruebas del examen del VIH y del sistema de atención de la salud sexual de la ciudad de Nueva York”, dijo Chantal Gómez, subsecretaria de prensa del DOHMH, a través de un correo electrónico.
Aunque la ciudad ha registrado un descenso a largo plazo de los nuevos casos, añadió Gómez, el Departamento de Salud seguirá vigilando los datos durante el próximo año, examinando los factores asociados, centrándose en las disparidades persistentes y avanzando en los servicios de prevención y atención del VIH.
Seth Pollack, director de movilización comunitaria de Housing Works, afirmó que la comunidad de servicios relacionados con el VIH/SIDA todavía está analizando los resultados. “Estamos trabajando para comprender mejor los datos que hay detrás de estas estimaciones y poder decir si representan los resultados de una mejora de las pruebas”, afirmó.
Denis Nash, director ejecutivo del CUNY Institute for Implementation Science in Population Health (ISPH), quien diseñó y desarrolló el Ending the Epidemic (ETE) Dashboard System, afirmó que los aumentos “probablemente se deban a una combinación de la puesta al día de los diagnósticos que se pasaron por alto durante [la] fase de emergencia por COVID y un aumento real de la incidencia, que podría deberse a una disminución del acceso a la [profilaxis preexposición] PrEP y de su uso durante la emergencia por COVID”.
Lo que no cambió en 2022 y 2023 es que los neoyorquinos latinos y negros representaron el 83 por ciento de los nuevos diagnósticos en ambos años, disparidades que “exigen una acción continua para abordar las barreras sociales y estructurales que contribuyen a la incidencia dispar del VIH y los resultados de salud”, dice el informe.
“Aunque hemos hecho avances increíbles en la prevención y el tratamiento del VIH hay mucho trabajo por hacer para llegar a todos los que tienen un mayor riesgo de exposición”, dijo Patrick McGovern, CEO de Callen-Lorde Community Health Center.
El Departamento de Salud afirmó que seguirá invirtiendo en programas y servicios. Enumeró las iniciativas puestas en marcha en los últimos años dirigidas a las comunidades de color, entre ellas BE InTo Health, diseñada para aumentar el compromiso y la reintegración en la atención del VIH y reducir las disparidades raciales y étnicas en los resultados del VIH; la financiación de nueve clínicas para implementar intervenciones basadas en evidencia para abordar las necesidades de los residentes negros y latinos que viven con el VIH; y PlaySure Network 2.0, una red de proveedores clínicos y no clínicos que prestan servicios de VIH y salud sexual.
El Departamento también financia a Black Health, Inc. y a la Comisión Latina sobre el SIDA para que presten servicios de divulgación, formación y capacitación sobre el VIH a comunidades predominantemente negras y latinas de habla hispana.
“El Departamento de Salud y el gobierno de la ciudad deberían ser capaces de decir más sobre las estrategias”, dijo Nash por correo electrónico. “Creo que la ciudad no ha hecho un gran trabajo con las estrategias para aumentar el acceso a la PrEP y su uso entre las mujeres de color en NYC, que es la razón por la que vemos algunas de esas tendencias”.
La Coalición End AIDS NY, una coalición estatal de 90 centros de salud, hospitales y organizaciones comunitarias, está a punto de publicar una serie de propuestas para 2025, según Pollack, uno de los colaboradores de la red. Las propuestas incluyen un aumento de la financiación estatal para la divulgación culturalmente competente de la PrEP, las pruebas del VIH y los servicios de prevención.
“PrEP es extremadamente eficaz para prevenir la transmisión del VIH, pero los neoyorquinos negros y latinos no han sido adecuadamente informados de esta intervención y tampoco han sido incorporados a la atención médica”, afirmó Pollack.
En total, los hombres representaron el 79 por ciento de los nuevos diagnósticos de la ciudad el año pasado, de los cuales el 43 por ciento eran latinos. Entre las mujeres recién diagnosticadas en Nueva York, las mujeres negras representan la mitad, mientras que el 43,7 por ciento de todas las mujeres recién diagnosticadas han nacido en el extranjero y el 37 por ciento nacieron en el país.
En este sentido, dijo Pollack, la coalición propone aumentar la financiación estatal para las pruebas del VIH, la prevención y el acceso temprano al tratamiento para llegar a las mujeres, especialmente a las mujeres de color, incluidas las que dan positivo en otras Infecciones de Transmisión Sexual (STIs por sus siglas en inglés), las supervivientes y víctimas de violencia doméstica y las mujeres que salen de centros penitenciarios.
Otras propuestas incluyen la despenalización del trabajo sexual de adultos, que según Pollack podría ayudar a animar a los trabajadores y trabajadoras sexuales a buscar asistencia médica con menos miedo al encarcelamiento, así como la autorización de centros de prevención contra la sobredosis, que podrían poner en contacto a más personas con las pruebas y la prevención del VIH.
“El trastorno por uso de sustancias es sindémico con el VIH/SIDA”, dijo Pollack, “y ambos muestran un impacto desproporcionado en los neoyorquinos negros y latinos, y la investigación muestra que las personas con VIH son más vulnerables a la sobredosis de drogas que los que no tienen VIH.”
La mayoría de los nuevos diagnósticos se produjeron entre jóvenes neoyorquinos entre 20 y 39 años, con un 67 por ciento. “También pedimos financiación estatal para estrategias innovadoras que involucren a los jóvenes en la prevención, las pruebas y el tratamiento del VIH”, afirmó Pollack. Los jóvenes se relacionan con la atención médica de forma diferente, señaló, por lo que debería haber una divulgación específica a través de las redes sociales, ofertas de telemedicina y servicios de pruebas a domicilio.
El año pasado, los nuevos diagnósticos se produjeron entre los neoyorquinos que vivían en condiciones de pobreza moderada (entre el 10 por ciento y menos del 20 por ciento del nivel federal de pobreza), alta (entre el 20 por ciento y menos del 30 por ciento) y muy alta (más del 30 por ciento del nivel federal de pobreza), que en conjunto representaban el 80.7 por ciento.
Johnny Guaylupo, director adjunto del programa de servicios de prevención juvenil de Housing Works, afirmó que la organización ha incrementado los tests y las actividades de divulgación dirigidas a las comunidades más necesitadas, como las comunidades queer y BIPOC del centro de Brooklyn, el este de Nueva York, el sur del Bronx y el este de Harlem, precisamente los lugares donde las tasas de nuevos diagnósticos de VIH fueron más elevadas.
“Estamos reforzando nuestra presencia en las zonas donde podemos llegar a las comunidades más difíciles de alcanzar”, dijo Guaylupo. Esto incluye actividades de divulgación no tradicionales, el apoyo a grupos de ayuda mutua, el aumento de los servicios de telesalud y la realización de pruebas de detección del VIH en los puntos de atención, que proporcionan resultados en cuestión de minutos.
Entre los neoyorquinos transexuales recién diagnosticados con VIH, los latinos representaban el 48 por ciento, mientras que los residentes negros representaban el 41 por ciento. El DOHMH dijo que las clínicas BE InTo Health se centran en servir a las mujeres transgénero negras y latinas con VIH, y varios de los proveedores de PlaySure Network 2.0 se centran en la divulgación a las personas transgénero, no conformes con el género y no binarias.
El departamento añadió que la Junta Asesora de la Comunidad TGNCNB (TCAB por sus siglas en inglés) se reúne regularmente para garantizar que las campañas de marketing de salud sexual, los materiales promocionales, los servicios clínicos, la investigación y otros esfuerzos sean inclusivos y representativos de todos los neoyorquinos.
Guaylupo dijo que Housing Works está ampliando su capacidad para apoyar a la comunidad transexual hispanohablante. Y se espera que los próximos cambios políticos faciliten el acceso a la atención.
“Queremos que todo el mundo sepa que una nueva ley estatal de este año ampliará el acceso a opciones de tratamiento y prevención que pueden salvar vidas al prohibir que los planes de seguros impongan autorizaciones previas tanto para la PrEP como para el tratamiento del VIH”, añadió McGovern. “El estado también prohibirá los copagos para la PrEP y la PEP”.
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