La ciudad de Nueva York tiene más de 124.000 edificios con tuberías de plomo, según muestran los datos de la ciudad analizados por la New York League of Conservation Voters (Liga de Votantes por la Conservación de Nueva York). Aquí le mostramos cómo puede buscar su dirección.

Lead Pipes Map

Screenshot/New York League of Conservation Voters

Captura de pantalla del nuevo mapa de la New York League of Conservation Voters (Liga de Votantes por la Conservación de Nueva York), en el que se muestran las viviendas en las que se cree que hay tuberías de plomo.

Este artículo se publicó originalmente en inglés el 18 de noviembre. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.

El grupo ecologista New York League of Conservation Voters (Liga de Votantes por la Conservación de Nueva York o NYLCV por sus siglas en inglés) presentó el 18 de noviembre un mapa y un informe que utiliza datos de la ciudad para ayudar a los neoyorquinos a averiguar si las tuberías que llevan el agua potable a sus hogares están hechas de plomo.

La exposición continua al plomo puede causar problemas de audición, dificultades de aprendizaje e hiperactividad. La sustancia también puede ralentizar el desarrollo de niños.

Según un nuevo estudio del NYLCV, uno de cada seis neoyorquinos, es decir, unos 1.3 millones de personas, podría estar bebiendo agua que ha pasado por una tubería de plomo o que posiblemente lo contenga.

Casi el 30 por ciento de las tuberías de servicio —que son los tramos de tubería que conectan un edificio con el suministro subterráneo de agua de la calle— están o pueden estar hechas de plomo. En total, son más de 124.000 edificios con líneas de servicio de plomo y otros casi 125.000 edificios que posiblemente las tengan, aunque los registros de la ciudad aún no han confirmado la presencia.

lead pipes

Screenshot/New York League of Conservation Voters

A screenshot of the map for the Ridgewood neighborhood.

Los neoyorquinos pueden utilizar el icono de la lupa en la esquina derecha del mapa para buscar su dirección, o hacer zoom en su calle para ver quién más en su cuadra las tiene. Si se aleja hasta ver toda la ciudad, el mapa muestra en blanco dónde se concentran los focos de tuberías de plomo y, en morado, qué zonas las tienen menos.

Hasta 1961, las autoridades de Nueva York permitían que las tuberías de servicio se fabricaran con plomo. Y como son resistentes, a menudo se fomentaba o incluso se exigía su uso. 

Pero las tuberías acaban corroyéndose y, al desprenderse, el plomo puede llegar al agua potable. Ahora, las autoridades gubernamentales saben que no hay un nivel seguro de exposición al plomo. 

“Lo que más nos preocupa es el plomo en el cerebro porque las células cerebrales parecen ser un órgano crítico en términos de sensibilidad, sobre todo durante los periodos de desarrollo rápido, como la primera infancia”, afirma el Dr. Morri Markowitz, director del programa de prevención y tratamiento de la intoxicación por plomo del hospital infantil Montefiore.

Para evitar la contaminación, las autoridades neoyorquinas recomiendan utilizar agua fría para cocinar, beber o preparar alimentos para menores lactantes, ya que es más probable que el agua caliente contenga plomo. También instan a la gente a que retire y limpie mensualmente la rejilla conectada al grifo, y a que contrate a un fontanero autorizado para que identifique y sustituya cualquier tubería que contenga plomo.

Las autoridades afirman que ya se han tomado “amplias medidas” para proteger el suministro de agua en los hogares, incluida la adición de ácido fosfórico de calidad alimentaria para crear una película protectora en el interior de las tuberías “que reduce la liberación de metales en el agua”, afirma el Departamento de Protección Ambiental (DEP por sus siglas en inglés).

lead pipes tips

NYCDEP

El NYLCV espera que el mapa también ayude a correr la voz. 

“Queremos asegurarnos de que todo aquel que viva en un edificio con una posible tubería de plomo lo sepa para que pueda tomar todas esas sencillas precauciones para protegerse”, dijo Josh Klainberg, vicepresidente de NYLCV.

El problema de las tuberías

Para averiguar si hay plomo en el agua potable, los residentes pueden solicitar un kit gratuito de prueba de plomo llamando al 311 o llenando este formulario aquí (seleccione “Kit de prueba de plomo” en el menú desplegable). A continuación se indica cómo utilizar el kit de prueba una vez que llegue.

Sin embargo, sólo se permite un kit por hogar, y recibirlos por correo lleva un tiempo “debido al gran volumen” de solicitudes, advierte el DEP. 

Los expertos también advierten que analizar el agua no siempre es suficiente para confirmar que un edificio tiene una tubería de plomo. La exposición sólo se produce cuando el agua ha estado en la tubería más de ocho horas, de modo que si se analiza el agua cuando no se ha producido la exposición, es posible que no se detecte una incidencia elevada de plomo.

“La mejor manera de [confirmar la presencia de una tubería de plomo] no sería mediante un análisis del agua. Sería a través de una inspección física o visual”, dijo Klainberg.

Sin embargo, inspeccionar las tuberías ha resultado ser todo un reto. La línea de servicio se considera propiedad privada, lo que significa que los proveedores de servicios de agua no tienen derecho a comprobar las tuberías dentro de las casas de la gente. Los proveedores de agua han tratado activamente de encontrar tuberías de plomo poniéndose en contacto con los consumidores. Pero dependen de que el cliente esté dispuesto a dejarles entrar, lo cual, según los profesionales del sector, no siempre funciona.

“Todo el mundo está fuera de casa durante el día, no hay nadie. Dejamos tarjetas. Las ignoran”, explica Judith Hansen, exsuperintendente del Departamento de Aguas de Kingston y asesora de la sección neoyorquina de la sección de Nueva York de la Asociación Americana de Obras Hidráulicas (AWWA por sus siglas en inglés).

Una forma de resolver este problema, según Hansen, es aprobar la ley estatal “Find Lead Pipes Faster Act“, un proyecto de ley que otorgaría a los proveedores de agua el derecho a inspeccionar las tuberías.

sink pipes

Jeanmarie Evelly

“Esto pondría un poco de dientes detrás [de nuestra capacidad para llevar a cabo inspecciones] y realmente nos daría el derecho a entrar allí”, dijo Hansen. “Lo haría uniforme y daría [a los proveedores de agua] el derecho a todos los sistemas de agua en todo el estado”. 

Inspeccionar más tuberías crearía un inventario más completo de cuántas líneas de servicio de plomo existen en toda la ciudad. Ahora mismo, el DEP advierte de que no puede “garantizar la exactitud o integridad” de los datos públicos que revelan su ubicación.

Para hacerse una idea de lo que hay ahí afuera, la agencia dice que se basa principalmente en los registros históricos de la ciudad archivados por fontaneros con licencia, las observaciones que ha hecho en las lecturas de los contadores de agua y los datos que otras agencias recogieron de las excavaciones. También utiliza análisis predictivos para averiguar cuándo hay una alta probabilidad de que un edificio contenga una tubería de plomo.

El mapa del NYLCV utiliza estos mismos datos, pero ofrece una perspectiva de toda la ciudad de dónde se encuentran los puntos conflictivos y proporciona diferentes filtros para que los usuarios puedan aislar las cifras por condado, barrio o incluso por distrito legislativo federal, estatal y municipal. 

El grupo ecologista tiene previsto seguir actualizando el mapa a medida que surja nueva información.

Seguramente aparecerán nuevas puntos ya que la Ley sobre el derecho a saber de las tuberías de plomo, promulgada el año pasado, codifica los requisitos para realizar inventarios de las tuberías de servicio de plomo en todo el estado. Cuantas más tuberías de plomo se descubran, más fácil les resultará a los responsables políticos abordar el enorme obstáculo que supone sustituirlas.

Según el informe del NYLCV, el DEP calcula que habrá 150.000 tuberías de plomo que deberán sustituirse cuando finalice su inventario de tuberías y su sustitución costará $2.000 millones de dólares.

Y es que deben sustituirlas. El mes pasado se ultimó una norma federal que se viene elaborando desde los años noventa y que obliga a todas las ciudades del país a identificar y cambiar las tuberías de plomo en los próximos 10 años. Las empresas de suministro de agua también deben enviar a los consumidores con servicios de plomo conocidos una carta notificándoles que esas tuberías están en sus casas. 

El mes pasado, el alcalde Eric Adams anunció $48 millones de dólares en subvenciones, proporcionadas en parte por la Ley Bipartidista de Infraestructuras de la administración Biden-Harris, que ayudarían a financiar un programa para sustituir las tuberías de servicio privadas de plomo en los barrios de bajos ingresos.

Pero aún queda mucho trabajo por hacer, advierte Klainberg, del NYLCV.

“Hay un mandato federal que obliga a retirar todas las tuberías, pero no hay ningún mandato para que la ciudad entre y haga nada en la propiedad privada de nadie”, dijo.

“Así que otro propósito de este mapa es ayudar a educar a nuestros socios en el gobierno, específicamente en el Concejo de la ciudad, para que puedan aprobar un proyecto de ley para crear un programa de eliminación de la línea de servicio de plomo”.

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